La fuerza del fútbol: ¡60 años jugando todos los miércoles!

Igual nacieron con balón debajo del brazo. Abriendo el baúl de los recuerdos del fútbol almeriense nos hemos encontrado con un grupo de futboleros que lleva más de 60 años celebrando semanalmente un partido de fútbol los miércoles por la tarde. Todo comenzó a finales de los años 60, impulsado por el gerente de una cadena de alimentación almeriense (Salvador Fernández Alemán), quien para disfrutar de un rato de deporte con sus vendedores comerciales, consiguió las llaves de las instalaciones deportivas del campo de fútbol San Pablo en Huércal de Almería, a cambio de una compensación económica, que él mismo abonaba.

Aquel grupo admitía a todos los que querían participar en el partido. Se presentaban en el campo el miércoles a la hora establecida, con sus botas, el que las tenía y a jugar. Jamás existió un número fijo de participantes para celebrar los partidos, mientras que la figura del entrenador la llevaba a cabo cualquier componente de uno u otro equipo. Era una ‘familia’.

A finales de los años 70,  y debido a que el organizador del grupo se iba haciendo mayor, unido a sus obligaciones empresariales le impedían continuar ocupando las tarde de los miércoles en disputar partidos de fútbol, despidieron a aquellos futbolistas en blanco y negro, y se les dio un plazo para abandonar las instalaciones deportivas. Se gestionó durante aquel caluroso mes de agosto la contratación del campo de Los Molinos, donde se continuó la actividad deportiva; el grupo abonaba el coste del alquiler. La Peña fue cambiando de escenario, alquilando las instalaciones de Las Chocillas, Los Ángeles, y actualmente en El Zapillo, ésta última desde hace 30 años.

Protagonistas El grupo actual, lo componen, entre otros, Fernando Castellano, José Antonio Salinas y Antonio García, que ya participaron en algunos de los partidos que se jugaron en el campo del Huércal. Estos ‘yogurines’ (apelativo que asignaron algunos papás de las futuras promesas del fútbol nacional, y que tuvieron la oportunidad de contemplar el espíritu deportivo de la Peña) mientras sus hijos se preparaban para elegir al mejor representante. Estos ‘yogurines’ han llegado a la edad de su jubilación laboral, en un estado de forma que se les puede conceder una nota de aprobado. Es la historia de un grupo de amigos unidos por el fútbol.