Casimiro Artés en la grada y en la pista bien vale la Copa

El joven líbero de Unicaja Almería toma lo de Palma como “otro toque de atención“

Antonio Casimiro Artés con Unicaja.
Antonio Casimiro Artés con Unicaja. La Voz
La Voz
15:04 • 19 feb. 2019

Lo de la familia Casimiro-Artés en la grada del Javier Imbroda de Sevilla durante la Copa del Rey, unida al reducido número de otros aficionados ahorradores, fue una pieza clave en la consecución del título, arrastrando con su ánimo a gran parte del público local y haciendo llegar a los jugadores en pista un aliento que les venía en dos direcciones. Y es que el banquillo, en el que estaba Antonio Casimiro ‘Artés’, fue otro espectáculo y un permanente inyector de empuje a los que jugaban: “Por fin a la tercera fue la vencida; qué ganas tenía de lograr un título con Unicaja y que haya sido uno tan especial como la Copa, para mí la competición más bonita que hay en España; y si a eso le sumas que mi familia estuvo apoyándonos, imagínate lo incluso más especial que se convierte para mí”.




De carácter humilde, ‘Casi’ vivió un momento mágico: “La suerte que yo tengo no la tienen muchos jugadores, ya que, por desgracia, por diversas circunstancias, sus familias no pueden desplazarse y mis padres y mi hermano nunca fallan, así que estoy muy agradecido a ellos, a cómo se portaron, todo el club se lo agradeció y sé que lo hacen de corazón”. Así es mucho más imborrable un gran recuerdo por el que ha luchado mucho este joven líbero: “Es el primer título de mi carrera y en el club, y todo lo que hemos trabajado por ello hace que sea más especial”. Y hay que olvidar que lo pasó mal en semifinales al cursar baja por un virus estomacal, sí vistiéndose en una final que también ganó el banquillo.




En ello se detiene para sentirse orgulloso: “Los que no jugamos y los que juegan sabemos que somos un equipo de 13 jugadores en el que todos tenemos nuestro rol, todos somos importantes, y hemos de sumar estemos dentro o fuera, por lo que en el banquillo intentamos animar al compañero en todo momento, corregir en la medida que podíamos y alentar como locos, porque sabíamos que eso era muy importante para ellos”. Echando la vista atrás, le ha costado once años desde que empezó con este deporte ganar ese primer entorchado: “En mi interior estaba algo preocupado -risas- por el mal fario, pero una vez quitado ese peso de encima lo que estoy es convencido de que vamos a festejar muchos más en este club”.




Todo ese ambiente que ha envuelto al equipo tras el gran logro ha afectado en la vuelta a la liga: “La semana previa ha sido de celebraciones y subidón, y es muy complicado mantener la cabeza fría y pensar que queda mucho, que resta mucha liga por delante y que aún queda un título que es súper importante para nosotros y por el que vamos a luchar; hay que reconocer que fue complicado centrarse”. Sin más, el equipo de Dreyer lo aprovechó: “Lo que pasó en Palma fue básicamente que el equipo no pudo reaccionar al buen juego de ellos, que hicieron su cien por cien mientras que nosotros cometimos mucho error”.




Una vez pasado, Antonio Casimiro apuesta por tomarlo en su justa medida: “No hay que hacer tampoco un drama de eso; sí que tendríamos que haber competido mejor, pero ahora hay que trabajar y seguir en la línea de consolidar la regularidad en los partidos y seguir por el camino que hemos tenido hasta hace muy poco”. Es verdad que “el equipo lo ha tomado como otro toque de atención, pero sin volverse locos, porque las cosas pasan por algo; se toma como síntoma de ‘no podemos relajarnos’, de que hay una liga muy, muy equilibrada, y se vio este fin de semana tanto en Palma como en Teruel, con la victoria de Ibiza”. En definitiva, “el equipo tiene claro que hay que seguir trabajando, y si queremos llegar a la final, hay que dar el cien por cien”.




Volvió a disponer de unos pocos minutos, pero cuando el partido no tenía vuelta atrás: “Entré junto con varios compañeros con el partido muy adelantado, a mitad del último set, cunado la cosa iba ya mal, pero intentamos hacerlo lo mejor que supimos, aportando nuestra garra”. Pese a la derrota, la ilusión está muy viva y el joven líbero hace su apuesta: “Claro que es posible y hay que hacer todo lo que se pueda para ello, vamos a luchar a muerte para el doblete, y se conseguirá o no, pero lo que está claro es que vamos a ir con todo, hay que trabajar más fuerte si cabe y pelear hasta el final”. Ahora, además, los rivales se ‘multiplican’: “Ya se ha visto que Ibiza tiene un equipazo y pese a las bajas ha batido a Teruel en su casa, así que ‘hay que hacérselo mirar’, y Palma también, o Castellón”.




Para ‘Artés’, “esta liga es la de más nivel de los últimos años y se aprecia en los equipos que hay arriba, todos muy parejos, ya no Unicaja y Teruel como a priori los más fuertes, y esto hay que verlo de cara al play off porque habrá semifinales apasionantes”. Otra buena muestra de alto nivel es el próximo visitante del Moisés Ruiz, un Soria al que el líbero define de modo rotundo: “Es un equipazo, es mítico y es un clásico de este país, del vóley español; hay que tomarse a Soria siempre muy en serio, es muy buen equipo, tiene grandes jugadores y especialmente me da alegría que vuelve nuestro Ignacio Sánchez junto a varios más que más que compañeros, son amigos”. Será “un partido muy bonito” con gran ambiente: “El público nos recibirá de modo especial, siempre se porta de manera ejemplar, pero tras ganar la Copa se ha producido una ‘revolución’ en las redes y en la calle”.




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