El Almería se salva así

Lucas Alcaraz lo ha dicho “no hay que perder la calma” y parecerá una soberana tontería pero todo parte de no volvernos locos ante la situación del Almería. No olviden que Alfonso García y Miguel Corona confían en él.

No se confíen que es más difícil escapar de una plaza que de cuatro, porque se pueden tocar teclas directas y dependencias propias pero de esto mejor no hablamos. Son cosas mías.

El tema es que hay tres equipos al borde del abismo y jugamos una liguilla particular con cuatro o cinco rivales  y me van a perdonar pero somos peores que la mayoría. Los otros juegan más y tienen mejores jugadores.

Si somos conscientes de nuestras limitaciones deportivas y de nuestras cagadas por partido todo va a depender de un orden que imponga Lucas Alcaraz.

Hay que escapar cada jornada de la cuarta plaza por la cola y aferrarse a los puntos del Mediterráneo. Ser mejores que la Leonesa que está en descenso o que el Barça o Nástic si les toca a ellos otra jornada.

Tienen que ir a muerte o al límite en cada partido. Como lo hicieron contra Osasuna donde se perdía por un error de Nano en la marca: pierden todos.

Enchufados son capaces de ganar a cualquiera y lo hicieron a Zaragoza o Tenerife. El margen de error va a ser muy pequeño y debemos aceptar que los rivales juegan mejor, pero esto ya no importa.

El Almería tiene muchas limitaciones, Lucas lo sabe, pero es consciente el granadino que en Segunda le puedes ganar al primero y perder con el último: este es el guión a seguir.

En cada partido hay puntos. Cada derrota debe de ayudar. No perder la calma y ser los más tranquilos de Segunda juega a nuestro favor. Estamos acostumbrados a vivir en el fango.

Si algo nos puede dar las tres temporada que llevamos en el precipicio es la experiencia de saber vivir con la presión de la cola. El Almería es el mejor adaptado al descenso.

Nadie de los implicados lleva tanto tiempo en la cola como el Almería.

Se puede conseguir la permanencia.

Pero este año está más complicado que nunca.