“Estar arriba nos exige aprender a ser buen juez”

El colegiado almeriense de Liga ASOBAL Sebastián Fernández está en la élite pero: `debo de aprender cada día`

Sebas Fernández y Alberto Murillo son la pareja ASOBAL.
Sebas Fernández y Alberto Murillo son la pareja ASOBAL.
Tony Fernández
01:00 • 15 feb. 2016

La aventura  continúa. Almería ha vuelto a colocar a un árbitro en la Liga ASOBAL retomando su estela de grandes colegiados a lo largo de la historia. Desde los tiempos de Vizcaíno y Furundarena en esta tierra el arbitraje se ha cuidado y mimado. Mucha culpa de ello tuvo Antonio Rivera que desde la Federación Almeríense formó a grandes colegiados para la élite.




Entre gigantes




Sebastián Fernández disfruta de los mejores partidos de nuestro balonmano desde dentro. En la tierra del Europa Óptica Almería y del Keymare nos encontramos sin equipo en la máxima categoría pero con un almeriense que nos representa con orgullo. Sus últimas apariciones han sido por Puente Genil  y el Palau Blau Grana de la mano de su pareja de pista, Alberto Murillo, con el que recorre el mundo dirigiendo partidos entre gigantes auténticos con más de dos metros y superando los cien kilos de peso. Sebas sabe ponerse a la altura de ellos desde la sencillez y cuida siempre porque la justicia impere en la pista.




Un hombre sencillo




Igual lo vez por la Puerta de Purchena que corriendo por La Rambla en día de diario, porque llegado el fin de semana “me gusta estar en los partidos con los compañeros. Igual con el Vícar que en los del Urci”. Siempre al lado de los que empiezan, un colegiado que recorre el viejo continente arbitrando y “me gusta aprender cada día. Llegar a la élite implica muchos sacrificios y me tengo que emplear a fondo”. Los más jóvenes le preguntan y a todos les dice que: “por encima de todo que sean jueces, aplicando el reglamento con rigor. La honestidad siempre por bandera”. Es lo que él realiza y siempre le ha ido bien en una división “muy exigente para todos los árbitros ya que aquí están los mejores jugadores del mundo”.




Todo va bien




Ha estado en finales. Ha dirigido en categorías inferiores y siempre “he tratado de superarme y al final ha llegado el premio de la ASOBAL”. Dice que el camino está abierto y “animo a los árbitros de Almería a que sigan mi camino y se superen”.
 





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