José Ruiz Fernández: “La transición adoleció de graves deficiencias que están aflorando en los últimos años”

José Ruiz Fernández ha publicado en el sello editorial Arráez su segundo volumen sobre la ‘Transición Política en Almería 1979-1982’, que ha presentado en el Patio de Luces de la Diputación provincial.

Si el primer volumen comprendía entre 1974 y 1978, este segundo abarca desde 1979 a 1982. ¿Qué hechos lo marcan?
Si algo caracteriza al período es su carácter electoral, ya que se celebraron ocho procesos electorales y consultivos. Al margen, hubo algunos hechos que conmocionaron a la sociedad, como la intentona golpista del 23F o el ‘Caso Almería’. A nivel territorial, destacaría el conflicto Dalías-El Ejido, que empezó con un expediente de traslado de capitalidad y terminó con la segregación municipal de Dalías y el nacimiento de El Ejido. Dicho proceso se realizó de forma traumática y generó una lucha entre dos pueblos vecinos que duró cerca de tres años y dividió a familias enteras.

Son 700 páginas en las que el elemento gráfico es muy importante.
He intentado que el lector pueda visualizar los hechos. No se trata de sacar documentos gráficos sin más, sino de incorporar fotografías que guardan relación con lo que estoy narrando. De ahí que haya tenido que realizar una escrupulosa selección y sacrificar cerca de treinta fotografías que han quedado fuera.

¿Considera que las nuevas generaciones conocen lo importante que fueron aquellos años para el devenir de la actual sociedad?
En líneas generales, pienso que no. Se ha tratado de vender una imagen modélica y un tanto idílica de la transición en el resto del mundo, cuando la transición española adoleció de graves deficiencias que están aflorando en estos últimos años. En su haber hay que apuntar la superación de la Guerra Civil de 1936, que acabó con el mito de ‘las dos Españas’ y la elaboración de una Constitución que ayudó a conseguir la reconciliación de los españoles. En el debe hay que anotar la no apertura de un proceso constituyente que acabara con el régimen de Franco y la falta de una democracia real, directa y participativa, donde la soberanía resida en el pueblo español y no en los partidos políticos o en los mercados.

El libro fue presentado en diciembre en la Diputación. Estuvieron personalidades de distintas tendencias políticas unidas en interés común. ¿Estuvo presente el espíritu de la transición?
Sin duda alguna, fue una de mis mayores satisfacciones conseguir recrear el espíritu de la transición durante el acto de presentación del libro, ya que en la mesa presidencial estuvieron personas que habían militado en distintos partidos políticos durante los años ochenta: UCD, PCE, PSOE, MC..., contando también con un destacado representante del PP actual.  Durante todas las intervenciones se puso de manifiesto el espíritu de la transición política, reinando un espíritu de concordia entre las personas participantes en el acto. 

¿Continúa con el mismo sistema de distribución del libro -mediante suscripción- o lo combina con otro sistema?
Efectivamente. Mi libro se edita gracias a la colaboración de trescientos suscriptores del mismo, esto es, personas con un compromiso verbal de adquisición del libro, que lo compran directamente al autor. Este sistema lo he mantenido desde que apareció publicado mi segundo libro en 1997. Es un sistema copiado del Padre Tapia, que también sacó adelante la primera edición de su libro ‘Historia de la Baja Alpujarra. Adra. Berja. Dalías’ mediante está fórmula. No obstante, el libro también se puede adquirir en librerías de la capital y de la provincia o pidiéndolo a la editorial. Por lo que respecta a la tirada, es una tirada estándar, es decir, mil ejemplares, cantidad igual a la de ediciones anteriores.

Arráez es la editorial de la obra, como en anteriores ocasiones. En estos momentos complicados en el mundo editorial, ¿siempre le ha mostrado su apoyo?
Suelo expresar públicamente mi agradecimiento a Arráez Editores, en la persona de su director, Juan Grima Cervantes, que me ha editado ya cinco libros de los seis que tengo publicados, máxime en unos momentos de crisis que no son los más propicios para las publicaciones. Por eso, una vez más, quiero expresar mi reconocimiento a Juan Grima, un auténtico “kamikaze del mundo editorial” como me gusta llamarle, muy al estilo de José María Artero.

¿Tiene en mente otros proyectos?
Acostumbro a decir cuando publico un libro que después del parto viene la cuarentena. Ahora se impone un período de reflexión. De todas formas, sí puedo decirle que el tema de la transición no está agotado: aún tengo recogido una parte documental inédita, que no pude incluir en los dos volúmenes publicados por razones de extensión. También poseo más de 50 fotos de época que no he podido publicar por las mismas razones. Por consiguiente, aunque todavía es prematuro, no descarto publicar un tercer volumen, que completaría la trilogía sobre la transición política a la democracia en Almería. En todo caso, demos tiempo al tiempo…