Isaac Vilches: “Hay cosas de la Iglesia que cuesta entender”

Representa un cambio generacional que se está produciendo en la Semana Santa almeriense. Cofrade desde la cuna, tiene la “obsesión” de abrir las hermandades a la sociedad.

El Hermano mayor del Prendimiento simboliza un cambio de mentalidad.
El Hermano mayor del Prendimiento simboliza un cambio de mentalidad.
Luis F. Bonilla
22:19 • 16 ene. 2015

Isaac Vilches es un hombre moderno pero elegante. Y detallista, como deja ver la pulsera de tela con el escudo de uno de los titulares de su cofradía: La Virgen de la Merced. Un complemento que ejemplifica perfectamente lo que quiere representar el nuevo Hermano Mayor del Prendimiento: la tradición unida a voluntad imperiosa por renovarlo todo, por dar una nueva imagen a la Semana Santa almeriense.




Es hijo, sobrino y padre de cofrades. Aunque vivió su juventud en Barcelona, nunca dejó pasar la oportunidad de volver a la que considera su tierra cada vez que podía: “Siempre quise vivir aquí, así que en cuanto terminé los estudios vine a Almería con mi familia”.




Tras una vida dedicada a su hermandad, a sus 39 años, es nombrado Hermano Mayor de una de las Cofradías que más masa social mueve y una de las que  posee un patrimonio material más rico. Sin embargo, a Vilches le interesa más lo primero que lo segundo: “Mi proyecto es abrir las hermandades a la sociedad almeriense”, comenta ilusionado. 




Entre sus deberes como cabeza visible del Prendimiento está “ante todo el pago de la deuda que contraimos por la reforma de la Casa de los Puche”. La hermandad tiene que afrontar el montante de 1.200.000 euros de los que aún quedan por pagar casi 900.000. Todo un reto empresarial que pone a prueba el lema que pronunció en su discurso de toma de posesión: “Trabajo, humildad y caridad”.




Proyecto  
No obstante, el mandato de tres años al que se enfrenta Isaac estará marcado por otras directrices más allá de lo económico. La palabra clave es “renovación”.  Con una junta que ronda una media de edad de 30 años, Vilches quiere “superar el tradicionalismo y dejar de dar esa imagen cerrada y de grupo opaco de las cofradías”.




Con casi 800 cofrades que pagan religiosamente su cuota, Prendimiento cuenta con un patrimonio inmenso  por valor monetario e histórico. Una riqueza que, en ocasiones, pone en tela de juicio esa humildad de la que se habla desde la Iglesia. El hermano mayor argumenta en este sentido que es necesario para que la Semana Santa sea un negocio viable para “cientos de artesanos que viven de esto”, además del aporte artístico que añade y que contribuye “en la hostelería y el turismo de la ciudad”.




Sobre Podemos
La secretaria general de Podemos en Sevilla declaró el pasado lunes en una entrevista que se podría plantear la posibilidad de “quitar la Semana Santa” si lo decidiera la ciudadanía”. Estas palabras han generado auténtico estupor entre la comunidad cofrade también en Almería, a lo que Isaac responde pidiendo calma. 




“Pienso que la libertad de expresión está por encima de todo”, comenta. “Me resulta un poco impactante que se hayan magnificado tanto estas palabras y se hayan liberado tendencias tan destructoras”. El hermano mayor habla con “absoluta normalidad” de este tema alegando que “habrá a quién le guste la Semana Santa y a quién no, y eso hay que respetarlo”. Pero invita a mirar más allá: “La Semana Santa es mucho más que sacar pasos a la calle, hay toda una vida de hermandad que me gustaría que la gente conociera”.


Caricaturas y el Papa
El Papa Francisco ha hablado recientemente sobre los atentados en Francia diciendo que “era de esperar” porque, a su juicio, la libertad de expresión tiene sus “límites”. En este sentido Vilches disiente y muestra de nuevo su postura abierta en cuanto a las opiniones de los demás “me gusta que se hagan críticas constructivas”.


A pesar de esto, dice que “le gusta” el Papa y cree que hace “una gran labor reformando una Iglesia que lo necesitaba”. “Soy católico practicante y he visto muchas cosas en la Iglesia que me ha costado entender”, comenta. “Yo no soy nadie para juzgar la vida personal, prejuzgar ni hacer juicios de valor, por eso me gusta la reforma que intenta hacer el Papa Francisco”.



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