Paco Bezerra“Votaría antes a un político de 22 que de 52”

Es diferente. Especial. Hasta transgresor. Cuando sonríe, sonríe de verdad. Se toma su tiempo antes de responder y a veces repite la pregunta en voz alta como para que la respuesta nunca sea una traición a sí mismo.

Paco Bezerra (Almería, 1978) viene poco a su tierra, pero cuando viene lo hace con ganas. Las mismas con las que la autora de estas líneas concierta la entrevista a pesar de estar de vacaciones.

Porque este ‘De tapas con...’ es un encuentro largamente esperado que empieza cualquier mediodía de este mes de septiembre en un Renault Clio blanco en El Palmeral del Zapillo.

El dramaturgo no conduce, pero tiene claro que quiere ir a posiblemente el bar con más solera de El Alquián. “Lo he elegido porque soy de aquí y porque me parece el mejor bar de Almería. Hay una tapa que me encanta, la hueva a la plancha, y vengo desde siempre. Es un negocio familiar que fundó la abuela, Herminia, hoy ya jubilada”.

‘Herminia’ se lee en el toldo azul de la ventana junto a la que este Premio Nacional de Literatura Dramática ya tiene claro que nos vamos a sentar. Así es él. Ha merecido la máxima distinción para autores teatrales que existe en España, su obra ha sido traducida a varios idiomas y en este momento un texto con su firma, ‘Ahora empiezan las vacaciones’, se representa en dos montajes distintos a ambos lados del Atlántico. Sin embargo, sigue siendo un chico de barrio. Paco Bezerra es un chico de El Alquián.

Estreno en Montevideo

La Comedia Nacional de Uruguay estrenó hace unos días su versión de ‘El pelícano’ de Strindberg en el Teatro Solís de Montevideo. “Es como el Centro Dramático Nacional de aquí. Funcionan como compañía residente del Teatro Solís, donde se exilió Margarita Xirgú -la actriz que tanto trabajó con Lorca-, y además producen obras”, apunta mientras da buena cuenta de su hueva a la plancha.

Esta puesta en escena se enmarca en las actividades de Montevideo como Capital Iberoamericana de la Cultura 2013. “Tenían la idea de montar textos de diferentes partes del mundo, pero que fuesen clásicos revisitados por dramaturgos jóvenes y ‘Ahora empiezan las vacaciones’ encajaba a la perfección”.

Al mismo tiempo, este libreto ha vuelto al escenario de la Casa de la Portera de Marid, de modo que se da la feliz circunstancia de que se interpreta en el viejo y el nuevo continente. “Lo curioso de esto es que en mi país se hace en una sala pequeñita del circuito ‘off’ del teatro de Madrid (es un salón de la antigua casa de una portera donde el público puede tocar a los actores, caben 23 personas) y en Montevideo está en cartel en uno de sus principales espacios escénicos”, reflexiona.

Y mientras lo hace bebe un sorbo de cerveza y cae en la cuenta de que este hecho constituye una evidencia más de lo poco que España cree en sus jóvenes. “Es la realidad de este país, pasa con el teatro y con todo. Allí me llevan, me pagan el viaje y aquí no se valora a la gente joven. Generan más confianza los mayores. Lo vemos en los políticos y yo votaría antes a uno con 22 que a otro a con 52. Dicen que el de 52 tiene más experiencia, pero mira la experiencia lo que es. No es un aval de nada”, afirma con indignación.

Aprovechando que tenía previsto hacer las Américas para ver ‘Ahora empiezan las vacaciones’, Bezerra visitará Argentina, donde participará en el Festival Eñe. “Protagonizaré un cara a cara con Andrés Lima, del grupo Animalario, ya que el festival está dedicado al teatro”, señala.

Vivir del teatro

El almeriense se sabe privilegiado por poder vivir del teatro desde su primer estreno. El autor se lleva el 10% de las entradas, así que no tendrá problemas mientras sus textos se sigan representando.

Además, acaba de poner punto final a la primera obra que le han pagado mientras escribía. Se titula ‘El rescate del dragón’, va del descenso del nivel económico de los españoles y el ascenso de los chinos y está escrita en los dos idiomas.

Su lista de proyectos daría para tapas y tapas, pero su padre acaba de pasar y Bezerra quiere acercarse a casa. Él es así. Su obra aspira a ser universal. Su alma se inspira en las pequeñas cosas.