La otra cara de Luis Columna: Un todoterreno del deporte

Su último libro se publicó en 2022 y se titula “Los Juicios del Siglo XX en Almería“

Luis Miguel Columna en una imagen de archivo.
Luis Miguel Columna en una imagen de archivo. La Voz
José Ángel Pérez
19:29 • 03 mar. 2024 / actualizado a las 20:19 • 03 mar. 2024

El 4 de marzo de 2021, hace tres años, seis días antes de su cumpleaños, el almeriense Luis Miguel Columna ostentaba el cargo de presidente de la Audiencia Provincial de Almería. Atrás quedaron años de estudios para que en octubre de 1987 con 26 años formalizara su ingreso en la carrera judicial. Gran parte de su juventud la vivió en Granada y tras su paso por Guadix, ya como juez, desde el 28 de diciembre de 1989 hasta el 18 de julio de 2018 estuvo al frente la Sección Segunda de la Audiencia Provincial. Antes, el 22 de noviembre de 1996 fue elegido juez decano de Almería, cargo en el que se mantuvo hasta 2018. Fue profesor de Derecho Procesal Penal en la UAL entre 1996 a 1998 y miembro de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en 2007 a 2010, 2015 a 2019 y desde 2021 miembro nato, formando parte de su Comisión Permanente en 2016, 2019 y 2022. Ha dejado plasmados sus conocimientos en varios libros: el último, ‘Los Juicios del Siglo XX en Almería’, se publicó en diciembre de 2022. Pero hoy en esta entrevista, ponemos un punto y aparte a su trayectoria profesional y nos centramos en otra de sus pasiones: el deporte.



¿Quién le inculcó su afición al deporte?



Yo estudié la EGB en el Colegio Ave María del Quemadero, y sin duda alguna fue un profesor que tuve con ocho o nueve años, Gabriel Morales, que hizo ver lo bonito, y a la vez lo importante de hacer deporte. Y me enseñó los dos deportes que más me han gustado y los que he podido practicar medio decentemente, tenis de mesa o ping-pong y baloncesto.



¿Y precisamente fue que empezó con el tenis de mesa?



Fue casi a la vez que el baloncesto, pero en el colegio en 1967, cuando llegué, no teníamos nada para hacer deporte, y un día apareció don Gabriel con una red, dos palas de corcho y una pelota. La mesa fue una pizarra verde vieja en desuso, donde a más de uno nos enseñó subidos en una silla. Jugábamos después del comedor hasta la entrada de la tarde y pasábamos muy bien. 



¿Es lo mismo el ping-pong que el tenis de mesa?



Sí, el caso es jugar, podemos decir que al ping-pong se juega más entre amigos, y se puede hacer con ropa de calle, y el tenis de mesa es un deporte que requiere muchas horas de entrenamiento.



Si de etiquetas hablamos, ¿se ve mejor como pimponista o tenismesista?

Empecé a competir con 12 años, estuve haciéndolo hasta los 21, los últimos de forma muy seria, cuando estudiaba en Granada y en 1980 jugaba en el equipo de Caja Rural, por donde han pasado muchos de los mejores jugadores andaluces y españoles. Por tanto, me considero jugador de tenis de mesa. De hecho, al baloncesto hace muchos años que no juego y desde hace seis o siete he vuelto a jugar al tenis de mesa con asiduidad, incluso compitiendo.


¿Qué es lo más difícil que tuvo que aprender?

Pues no lo sé, todo es difícil. Seguramente todavía no he aprendido a sacar bien y que haga daño con este golpe.

Dicen que las rodillas son un elemento muy destacado a la hora de jugar.

Las piernas hay que tenerlas muy fuertes y muy rápidas, y ahí jugaba yo con ventaja, ya que a finales de los 70 entrenábamos tenis de mesa en la nave municipal de la Avenida Cabo de Gata, donde estaban los bomberos, y lo hacíamos con los boxeadores, que nos enseñaron a saltar a la comba como ellos hacen, lo que nos permitía ser muy rápidos.


¿Qué beneficios para la salud aporta este deporte?

De todo tipo, físicos y mentales. Te hace estar equilibrado y ser humilde.


¿De quién aprendió más en Almería?

En tenis de mesa de Miguel Alba, Andrés Molina e Isidoro Marqués.


Hasta que se fue a Granada a estudiar estuvo compitiendo en campeonatos. ¿Qué destacaría de su historial deportivo?

Nada. Es malo, eso de combinar baloncesto y tenis de mesa, no es bueno. Al final era alumno de mucho y catedrático de nada.


Tenis de mesa y baloncesto han sido sus preferencias en el deporte activo. ¿Por qué no fútbol?

Porque no sé jugar bien.


¿Quién le enseño más en el deporte de la canasta?

Desde luego mis amigos Pepe Robles y Luis Marín: hicieron que pasara de ser un jugador del montón a poder jugar en Segunda División. 


En el baloncesto de sus años jóvenes. ¿Qué jugador almeriense era su referente?

Muchos, en principio Juan Esteban Navajas, luego Paco Sánchez Picón y Poli (Juan Enrique Felices).


¿Por qué los chinos o los japoneses parecen imbatibles jugando al ping-pong?

Porque son los que más y mejor entrenan. Siempre digo que si el entrenamiento de la selección china empieza estando todos firmes y oyendo el himno nacional es que se lo toman muy en serio.


¿Qué puesto ocupa España en el ranking europeo o mundial?

Empezamos a tener buenos jugadores, tanto chicos como chicas. Ahora está el onubense Álvaro Robles en posiciones altas del ranking mundial, y en chicas cada vez vamos mejor: a María Shiao (cuyo padre jugó en Almería) le siguen chicas muy jóvenes con mucho futuro, como las almerienses Ana Vertiz y Lucía Vidal.


¿Y en el baloncesto, su otra pasión? Empezó jugando en Los Molinos… ¿En qué categorías ha militado?

En los Molinos, el club de baloncesto más maravilloso en el que he estado, subimos a tercera, pero yo me marché a estudiar a Granada y no jugué. Luego, en la temporada 83-84 jugué en el CB Almería en Segunda División, lo que ahora es LEB Plata.


¿En qué puesto se desenvolvía mejor? ¿Qué jugador era su ídolo?

Sólo puedo jugar de base, soy muy pequeño. Me gustaban Corbalán y Llorente, pero también mis amigos Pepe Robles y Luis Marin, que jugaron los dos en Oximesa.


¿Quién le enseño más?

Guardo muy buen recuerdo de todos mis entrenadores, de tenis de mesa y de baloncesto. En tenis de mesa Juan García Collado en Granada y en baloncesto Maquique.


Usted sigue manteniéndose en forma. Igual le vemos pedaleando, como haciendo footing por nuestras calles.

Se hace lo que se puede, pero a mi edad lo mejor que se puede hacer es jugar tenis de mesa con alguien que sea mejor que tú y te haga sudar mucho.


Para finalizar, una curiosidad. ¿Es cierto que una pelota de ping-pong en una jugada puede llegar a alcanzar los 160 kilómetros por hora?

Pues seguramente lo que sí es cierto es que la NASA dice que es el deporte más completo.


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