‘Dossier negro’ rescata los crímenes de Gádor y del Teatro Cervantes

‘Dossier negro’ rescata los crímenes de Gádor y del Teatro Cervantes

Evaristo Martínez
21:11 • 09 abr. 2012
Algunos de los protagonistas de estas historias lo son a su pesar. Hombres, mujeres y niños que han dejado su nombre escrito a sangre sobre la negra tinta de la sección de sucesos de los periódicos. Otros han buscado su macabra fama con acciones que aún hoy, a pesar de los años transcurridos, siguen helándonos la sangre. Unos y otros, víctimas y verdugos, vuelven a primera línea en ‘Dossier negro. Edición España’ (Atanor Ediciones, colección Incógnita), nueva obra del periodista Francisco Pérez Caballero (Madrid, 1979).

El libro, que según su autor es “un retrato de la parte más oscura de nuestra alma”, recupera episodios como los del ‘Asesino de la baraja’, Puerto Hurraco o la masacre de los Alexander de forma novelada. “La idea es que el lector sienta que me acompaña en cada una de mis investigaciones. Es como una novela negra con el aliciente de que todo lo que describe ha sucedido en realidad”, cuenta a LA VOZ.

Entre las páginas de ‘Dossier negro’ se deslizan dos expedientes con sello almeriense: el crimen de Gádor, que dio origen a la leyenda del ‘hombre del saco’, y el asesinato de la actriz Conchita Robles a manos de su marido en el Teatro Cervantes. “Son dos casos muy distintos. Muchos pensaban que la leyenda del ‘hombre del saco’ era sólo eso, leyenda. Ya casi nadie se acordaba de Francisco Leona y sus secuaces, a pesar de todo lo que se escribió sobre el tema. Eso fue lo que me atrajo, la demostración de que la leyenda casi siempre está basada en la realidad. Y el caso del Cervantes lo tiene todo: un crimen sobrecogedor en escena, un entorno sorprendente y hasta un presunto fantasma”, detalla.

En la escena del crimen
Para narrar estos capítulos en ‘Dossier negro’, el cronista de sucesos ha vuelto a los lugares de ambos crímenes. Respecto al de Gádor relata que le impactó recorrer lo que fue el cortijo de San Patricio. “Pude pasear por las ruinas y no pude evitar sobrecogerme imaginando el sufrimiento del pobre niño Bernardo. Recuperé las crónicas del momento, en las que se decía que ya desde antes del asesinato, los vecinos pensaban que aquel lugar estaba maldito. El desprecio hacia Leona, el ‘hombre del saco’, era tan grande que los periodistas narraron al minuto su agonía y muerte en prisión”.

Y aunque de aquello ha pasado un siglo muchas heridas no han cicatrizado. “En Gádor nos encontramos bastantes dificultades. Los vecinos no querían hablar del tema porque durante muchos años tuvieron que aguantar que les llamaran ‘sacamantecas’ a todos por lo que hizo un grupo de desalmados”.

Para el caso de Conchita Robles contó con la colaboración de un buen amigo, el escritor y editor Alberto Cerezuela. “La investigación no hubiera sido posible sin su ayuda. Me contó que durante generaciones los trabajadores había contado que allí pasaban cosas extrañas. Lo primero que pensé es que podría tratarse de un caso de sugestión colectiva, dado que el lugar impacta, sobre todo a solas. Sin embargo, resulta que el 21 de enero de 1922 Conchita Robles fue asesinada en escena por su marido. Y algunos trabajadores del teatro, que nada sabían del crimen, aseguraban haber visto el espectro de una mujer rondando el escenario. Soy bastante escéptico pero la historia es impresionante. El cerebro humano nunca deja de sorprendernos”.






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