“Los maestros del flamenco nos han enseñado a unir el respeto y la libertad”

Entrevista con la bailaora Sara Baras, que actúa este sábado 16 en Adra

La bailaora Sara Baras durante una actuación
La bailaora Sara Baras durante una actuación Europa Press
Dámaris Maquieira
07:00 • 15 nov. 2019

¿Qué significan para ti estos dos años de 'Sombras'?



Te preparas para que salga todo bien,  pero te sorprendes cuando vas conquistando lugares nuevos y los que has visitado y te sorprendes mucho con lo bonito de la reacción del público. Y nunca te esperas tanto...



'Sombras' al principio para tí significaba algo... ¿Ha cambiado esa percepción?



Claro, esto va creciendo en todos los sentidos, tanto profesionalmente como personalmente. Vas evolucionando como espectáculo y también vas compartiendo vida con un publico que realmente hace que la obra crezca mucho. Esto empieza con una energía muy positiva, realmente esto es una celebración de la compañía, pero esa cosa que se va creando día a día, hace que la obra crezca de una manera bonita.



¿A quién rinde homenaje 'Sombras'?



Realmente el espectáculo anterior, 'Voces', estaba dedicado a Paco de Lucia, Camarón, Carmen Amaya... A maestros que se han ido como muy rápido y tenía la necesidad de agradecerles todo lo que nos han dado con su arte y consejos para los que hemos tenido la suerte de vivir cerca de ellos. Ahora, realmente, 'Sombras', por la parte positiva, lleva la silueta y la magia del bailaor.



En 'Sombras' hay muchos momentos, entre ellos están los maestros, el publico, que es nuestro apoyo, las vivencias que nos han marcado y que nunca debemos olvidar, los consejos… Todo eso es importante que siempre lo lleves pegado a ti, como la sombra. En mi caso me marcó mucho La Farruca, una coreOgrafÍa que  me hace fuerte y valiente cuando la recuerdo.



Realmente, sí están los maestros pero no está dedicado a ellos y al haber tenido la oportunidad de estar en escena está más dedicado a mi madre que es mi maestra, y a mujeres como Carmen Juan, Pineda, Juana de Arco y todos esos personajes que me han hecho crecer.


Con tantos años de experiencia, ¿a día de hoy se pone algún límite al flamenco como espectáculo?

No, realmente no. Hay un respeto a la tradición, a  los maestros y a las leyes  y dentro de estas hay una obligación de dejarse llevar por lo que sientes. Conlleva una técnica muy complicada y en la obra tienes que dejarte llevar por los sentimientos. 


Hay una parte en la que la improvisación tiene que estar muy presente, creo que los mismos maestros nos han enseñado a tener una mezcla y una fusión entre el respeto y la libertad de poder sentir como sientes. De poder expresarte tal y como sientes tú y allí en la propia personalidad aparece algo distinto.


¿El flamenco es una profesión o un sentimiento?

Tiene una mezcla de todo. El flamenco es un arte que representa a una tierra con unos valores muy especiales y creo que hay una parte de trabajo bestial y una técnica con una dificultad bastante grande. Un arte muy rico y amplio con un abanico de estilos y de posibilidades y es un arte grande y complicado a la hora de trabajarlo. A la hora de ejecutarlo necesitas algo muy de dentro. Hay un momento que lo ves como una forma de vida y no como un trabajo, como un sentimiento pero muy acompañado de mucho trabajo.


¿Con qué Sara se van a encontrar los abderitanos?

A lo mejor suena muy poco humilde, pero humildemente digo que con la mejor. Desde lo que yo he podido hacer en mi vida, se encontrarán con una Sara muy leal al estilo que quiero dar. Por un lado, hablo personalmente y de la compañía, vamos a por todas. Creo que cuento con una compañía con un sello muy propio y con la entrega total de un gran equipo. 


No es un espectáculo que se quede en el escenario, es un espectáculo que compartimos con todos. Es algo que hace que tenga un sentido diferente, es un regalo para nosotros mismos. Vamos a dejarnos el alma en dos horas pero para nosotros también se convierte en un regalo. Gracias al público soñamos y hacemos soñar. Luchamos por defender un arte que nos gusta tanto.


¿Qué otro personaje interpretarías aparte de los que has mencionado?

Creo que el flamenco tiene ese algo especial que al ser tan importantes los sentimientos puede interpretar cualquier personaje y defenderlo. Para mí han sido muy importante las obras con dramaturgia que he hecho y sigo soñando con seguir haciendo.


Cualquier mujer fuerte y todas coinciden que anteponen sus ideales y sus sentimientos y que luchan por un mundo un poco mejor. Son mujeres como muy potentes y muy fuertes y valientes y como el flamenco tiene esa garra, cuando lo interpretas el flamenco te ayuda darle personalidad a través del personaje el baile y la música.


Daría lo que fuera, porque necesitas saber que es tu lenguaje, no algo que se te da bien este personaje, lo que se te da bien es ser fiel a lo que eres y todo lo que vas aprendiendo y aportando y así tener un lenguaje más amplio. Sería bonito de una mujer a un hombre y eso no lo he hecho nunca o meterme en otros registros que me diera el riesgo de presentarme de otra manera y que me enseñe a subir un escalón más. Con cada obra, quieres ir aportando y poder crecer...


¿Crees que la mujer es valorada en el flamenco?

Creo que nuestro público es maravilloso y siempre responde de una manera bestial, eso es muy importante. Tenemos un público entregado con el flamenco  pero hoy en día  ahora la mujer tiene un nivelazo, ahora las oportunidades son mejores a las de antes. 


Mi generación no ha tenido diferencia de hombre a mujer, independiente del sexo y es un paso muy bueno. Hay mujeres maravillosas como Carmen Amaya  que marcó un antes y un después en este arte con una fuerza bestial y a partir de ahí hay mujeres maravillosas y valientes y fuertes y por supuesto hombres también.



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