“Rodolfo Lussnigg nos reunió en 1941 para forjar la fundación de Prendimiento“

María de los Ángeles Roda Díaz fue fundadora de la Hermandad del Prendimiento (Excautivos 1948)

María de los Ángeles Roda Díaz, fundadora de la Hermandad del Prendimiento.
María de los Ángeles Roda Díaz, fundadora de la Hermandad del Prendimiento. JA Barrios
Juan Antonio Barrios
07:00 • 22 abr. 2019

María de los Ángeles Roda Díaz fue fundadora de la Hermandad del Prendimiento (Cofradía de Excautivos) en el año 1948. Con una mente privilegiada, rememora a La Voz cómo se gestó la nueva Cofradía.



Usted es una de las fundadoras de la Hermandad del Prendimiento, la Cofradía de Excautivos ¿Cómo surgió esta iniciativa?



Un grupo de amigas y amigos, alrededor de 15,  nos reuníamos asiduamente con un Señor, Don Enrique Padilla hasta que un día Don Rodolfo Lussnigg, el propietario del Hotel Simón, donde después se construyó Simago, hoy Carrefour Market en el Paseo de Almería, nos dijo que una tarde nos quería invitar a comer.



¿Cuál fue el fin de la invitación a comer en el Hotel Simón?



Tras la comida, Padilla propuso que entre los excautivos podíamos hacer una Hermandad. La Patrona de los excautivos es Nuestra Señora de la Merced. A todos nos pareció bien. Entre los asistentes nos encontrábamos Luis de la Calle Serrano, Andrés Trani, mi hermano Andrés Roda Díaz, Antonio Escobar, Francisco Escobar, Antonio Pumarola, Luisa Alemán, Elena Pardo, Encarnación Giménez Bernabé, Angelita Escobar, Resi Lussnigg, por supuesto, era la anfitriona; y yo, además de Enrique Padilla. Este señor hizo mucho hincapié en hacer la Hermandad. Nos reunimos alrededor de 14 ó 15 personas. 



 



Todo el mundo no estuvo de acuerdo para crear la Hermandad. Eran unos años difíciles. Unos no tenían medios económicos y a otros les daba miedo. Era la postguerra y algunos porque se fueron a la División Azul.



¿Recuerda el año?

Fue a final del año 1.941. Lo recuerdo perfectamente porque estaba embarazada de mi hija Mari Carmen. Pero como las dificultades económicas eran muy grandes, se retrasó la fundación de la Hermandad hasta el año 1948. El primitivo paso del Prendimiento se le encargó a Jesús de Perceval y costó 50.000 pesetas que pagó el entonces Gobernador Civil, Urbina Carrera.  


Usted ha estado siempre más vinculada con Nuestra Señora de la Merced ¿Cómo sucedió?

Pasados los primeros años encargamos la Virgen a Enrique Pérez Comendador. Nos dijeron que la iba a hacer en Sevilla y la hizo en la provincia de Badajoz, en Don Benito. 


¿Enrique Pérez Comendador tenía familia almeriense?

Sí. El imaginero, Enrique Pérez Comendador era hermano de la abuela de Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, el que fuera alcalde de Almería y actual senador, Doña Teresa Comendador. Enrique Pérez Comendador tenía en Sevilla un taller y otro taller lo tenía en Don Benito, que fue donde finalmente hizo la talla mariana. Le encargamos la Virgen y estuvimos regateando el precio. Finalmente la imagen de Nuestra Señora de la Merced costó 65.000 pesetas. Se le encargó a Enrique Pérez Comendador años antes, pero como pensaba que no se le iba a pagar se retrasó su realización hasta varios años después. Se bendijo en el año 1.956.


¿Cómo sufragaron tan importante gasto?

Hicimos una colecta. Quien podía dar una perrilla o una peseta le dábamos las gracias y quien daba un duro (5 pesetas) pues mejor. La familia Vivar Téllez también nos ayudó mucho. La llegada a Almería del obispo Don Alfonso Ródenas ayudó bastante a la Cofradía, fue un revulsivo. El anterior, Don Manuel Vals ayudó poco a solucionar las crisis.


Cuándo recogieron la Virgen ¿Qué les pareció?

¡Qué el Señor me perdone! Pero en un principio no me gustó mucho la Virgen porque tenía cara de mujer y la imagen de la Santísima Virgen debe ser más espiritual. Como detalle te puedo decir que el imaginero tuvo que venir a Almería, antes de la bendición de la imagen, para rebajarle pecho. Le había puesto muchísimo. Una vez recogidos todos los donativos y pagado al imaginero, la señora de Artés de Arcos, Doña Nieves, hizo un viaje a Francia y nos trajo 14 metros de terciopelo de color hueso para el manto de la Virgen de la Merced. En esos años en España no había de nada. Para ese primer desfile procesional (1956) La Virgen de la Merced lució joyas que cedió la Marquesa de Torre Alta, un juego de broche, pendientes y pulsera.


¿El manto color hueso bordado en oro con el que procesionaba Nuestra Señora de la Merced?

Sí. El terciopelo lo llevamos al Sindicato de la Aguja y su directora, Carmen Góngora, dijo: Quien quiera poner los nombres de los asesinados en la Guerra Civil en oro, en el manto de la Virgen, vale 500 pesetas. El manto llevaba casi doscientos nombres de los que fueron asesinados en Almería y en los dos barcos prisión que había en el Puerto, el Capitán Segarra y el Astoy Mendi.  


¿Usted incluyó algún nombre de familiares suyos?

Claro. Yo tenía tres, mi tío Francisco Roda Rodríguez, que era canónigo Magistral de la Catedral de la Encarnación, hermano de mi padre; mi hermano Pascual y mi otro hermano Francisco. Se lo dije a mi madre y le pareció perfecto. Fuimos al Sindicato de la Aguja y pusimos los tres nombres casi juntos y bordados en oro fino. 




Cuando se quemó el manto en el incendio que sufrió la Hermandad del Prendimiento en la Catedral de la Encarnación el 4 de Abril de 1996, sufrimos muchísimo. Con el incendio se fue parte de nuestra historia. Cofradía que tú refundaste en el año 1.978.


La imagen de la Merced estuvo muchos años en casa de Doña Resi Lussnigg pero ¿dónde recibió culto?

La Virgen de la Merced recibió culto en la iglesia de San Sebastián, donde radicaba la Hermandad, siendo párroco Don Manuel Rodríguez. Antes de llevarla al domicilio de Resi recibió también culto en los Jesuitas.


¿Y la incorporación del Cristo de Medinaceli?

La incorporación del Cristo de Medinaceli fue una idea de Enrique Alemán. Había estado en la Junta Obras del Puerto de Sevilla y su primitiva idea fue hacer Nuestro Padre Jesús Cautivo y después se añadió bajo la advocación de Medinaceli, influido por su traslado a Madrid.


Fotos de familiares de Mª de los Ángeles Roda y joyas de la Marquesa de Torre Alta

De 99 años de edad y con una mente totalmente lúcida, Doña María de los Ángeles Roda Díaz muestra emocionada y orgullosa las fotos que tiene situadas junto a distintas imágenes de santos, a su tío, Francisco Roda Rodríguez, canónigo Magistral de la Catedral de la Encarnación, de Almería; y sus hermanos Pascual y Francisco Roda Díaz, asesinados durante la Guerra Civil.


Otro de los detalles fue que "Nuestra Señora de la Merced lució en ese primer desfile procesional (1956) las joyas que cedió la Marquesa de Torre Alta, un juego de broche, pendientes y pulsera. Pepita Fernández de Córdoba, Marquesa de Torre Alta, quería que la Santísima Virgen de la Merced procesionara con joyas suyas", rememoró la fundadora del Prendimiento, María de los Ángeles Roda Díaz.



Temas relacionados

para ti

en destaque