“De no haber sido por los poemas de Lorca, habría nacido en Dinamarca”

Christina Rosenvinge protagoniza hoy junto a Rafael Espejo las ‘Dulces Tardes Poéticas’

Christina Rosenvigne estará en las \'Dulces tardes poéticas\'.
Christina Rosenvigne estará en las \'Dulces tardes poéticas\'. La Voz
Marta Rodríguez
21:09 • 11 abr. 2018

Una pareja emprende un viaje al sur sin más pretensión que celebrar el amor y la vida. Estamos en los años 50, vienen de Dinamarca y el plan de su luna de miel es recorrer, durante dos meses, Andalucía en coche. En el puente de Triana, el automóvil se estropea y un sevillano acude al rescate. Con el presagio de que esa amistad durará, se quedan a la feria de abril. Después van a parar a Cádiz y, allí, escuchan por primera vez cante jondo y tienen una revelación: se quedarán a vivir en España y aquí nacerán sus cuatro hijos.



Christina Rosenvinge (Madrid, 1964) es una de los cuatro hijos de esa pareja de aventureros que recorrió Andalucía de arriba abajo -incluido el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar- y se quedó “prendada, enamoradísima de la cultura andaluza”. “En concreto, mi padre decía que cuando llegó a Cádiz y escuchó cante jondo, sintió que su alma se liberaba y que nada había expresado como aquello lo que él sentía. De todo esto surgió directamente la idea de mudarse a vivir a España”, explicaba la cantautora este martes en una entrevista a SER Almería.



Como si de un viajero romántico se tratara, el padre de Rosenvinge aprendió español leyendo el ‘Romancero gitano’ de Federico García Lorca. “Desde muy pequeña, Lorca era omnipresente en casa, de hecho, de no haber sido por sus poemas, probablemente habría nacido en Dinamarca y ahora estaría cantando en danés, no en español. El otro día visité a mi madre y tuve en la mano el primer ejemplar de ‘Bodas de sangre’  de mi padre que ni siquiera salió con una editorial española, sino con una argentina”, decía. 



Precisamente a su padre ha dedicado Christina Rosenvinge su último disco, ‘Un hombre rubio’, que podrá escucharse, al menos en una pequeñísima parte, hoy jueves 12 de abril, a las 19.30 horas, en el Auditorio ‘Ciudad de Vícar’. La compositora y el poeta Rafael Espejo protagonizan el tercer aniversario de las ‘Dulces Tardes Poé­ticas’, ciclo coordinado por Aníbal García que sale de su espacio habitual, La Dulce Alianza, pero mantiene el formato de recital de poesía y música.



La oportunidad de participar en esta propuesta literaria -que define como “maravillosa” por el valor de hacer un ciclo durante mucho tiempo, “creando un público y cambiando la forma de ver las cosas”- surgió de una llamada de Rafael Espejo, con quien ya compartió ‘Tenemos la palabra’ en Córdoba, un ciclo en el que también los acompañó Carlos Pardo. “Ahí nos hicimos amigos, yo era admiradora de su obra”, expresa.



Durante el encuentro de hoy, poeta y cantante establecerán un diálogo. Una especie de juego en el que irán sacando temas como si fueran cartas del tarot y, a partir de ahí, él recitará sus textos y ella interpretará los suyos.



Yo cuido mucho mis letras, para mí son una forma de literatura que está cerca de la poe­sía, pero también tienen una conexión con el teatro porque son textos pensados para cantarlos e interpretarlos en silencio. De todas maneras, funcionan también sin cantar, funcionan cuando se leen; en este caso, sí los voy a cantar, o casi, con la guitarra y alguno con un piano si lo consigo, pero casi todos se pueden hacer con guitarra”, indica.



Feminismo

A finales de los años 80 y 90, Christina Rosenvinge se convirtió en un espejo donde se miraban niñas y jóvenes de toda España -primero con Álex y Christina y luego con Christina y Los Subterráneos- gracias a un mensaje que, aunque naíf, presentaba tintes feministas. “Vivía el feminismo de una forma muy individual porque tampoco tenía ejemplos cercanos, pero sí lecturas tempranas de Simone de Beauvoir y Marguerite Duras. Son escritoras que construyeron mi forma de pensar y en Álex y Christina, aunque lo hiciera de forma naíf, ya estaba esa ideología. Hay canciones en contra del matrimonio, que hablan de la independencia emocional de la mujer, de salir del corsé de lo que se suponía que tenía que ser el ideal de una chica. Solo cómo iba vestida presentaba esa dicotomía: el tutú de ballet con las botas de soldado”, reflexiona. 


Tras su etapa anglosajona, la que es una de las grandes compositoras de este país volvió al español para sus canciones. Su idioma “mental y emocional”, el que su padre aprendió leyendo poemas de Lorca.


Temas relacionados

para ti

en destaque