Perera arrolla en Roquetas

Morante y Talavante se chocan con un encierro de Matilla

Morante de la Puebla con poca suerte en los sorteos tampoco triunfó en Roquetas.
Morante de la Puebla con poca suerte en los sorteos tampoco triunfó en Roquetas.
Jorge Ponce
12:12 • 24 jul. 2017

Vuelve a obrar un año más el milagro  del ‘no hay billetes’ la plaza de toros de Roquetas de Mar, bajo la dirección de Manuel Caballero y el Ayuntamiento de la ciudad. Pleno de asistencia que   no por habiual  deja de ser meritorio. En los tiempos que corren juntar casi diez mil personas en un espectáculo cultural, más aún a pleno sol de julio en una ciudad costera roza en lo inaudito, y la tauromaquia en Roquetas lo logra cada año.




El cartel, por otro lado, así lo merecía. Morante de la Puebla, Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante  se  liaban el capote de paseo para lidiar una corrida de Hnos. García Jiménez (Matilla), y el orbe taurino miraba de reojo a la costa almeriense.




Morante de la Puebla.
Si hay un torero esperado por legión de seguidores en el panorama nacional ese es por méritos propios Morante de la Puebla. Eso es tan cierto como que no es buen sorteador.




Cuando a las doce de la mañana se enlotan los toros no suele ser el papelito de Morantae el que se lleva el dulce que encierra la ganadería. No obstante, sus partidarios lo esperan cada tarde.




Se dejó torear su primero con la capa en las primeras verónicas de la tarde. Una buena media cerró la serie. Eso fue todo. El toro acabó en el caballo, cumpliendo tan solo en banderilas y echando además la cara arriba a Lili, que puso un par meritorio para cerrar el tercio, y defendiendose con malas maneras en la muleta.n oponente en su primero.  con el capote tres buenas veronicas y una buena media, el oro se acabó en el caballo, cumplio en banderillas y se defendio en la muleta. Poco más.




Si, así se las gastó su primer oponente de la misma cuerda resultó el segundo. Poca historia en el capote de Morante, menos aún en el tercio de baras ni en banderillas. El toro con poca fuerza y menos raza se aplomó y nada pudo hacer Morante para cambiar esta condición. Lo intentó el torero sevillano, por ambos pitones y en repetidas ocasiones, pero con  el triste resultado de que todo cse convirtió en  un  trasteo algo tedioso y plomizo. Definitivamente  tiene poca suerte Morante de la Puebla en roquetas este año.




Miguel Ángel Perera
A fin de cuentas el triunfador de la tarde y, tal vaz, de la feria, sería el extremeño Miguel Ángel Perera. Su sobriedad, poder, verticalidad, oficio y hombría han asustado, emocionado y encandilado al público roquetero.




Sin poder estirarse con capote pocos se imaginarían que el toro corto y bajo de agujas de  García Jiménez acabaría soportando y respondiendo a la exigente faena que le planteaba el torero de Puebla del Prior.


Poco pudo torear de capote antes de que se desmonteraran  en el tercio de banderillas Javier Ambel y Guillermo Barbero.


Perera paró al toro con gusto, antes de viajar al centro del ruedo con el toro, y comenzar  a recetar tandas de mano muy baja, con enorme poder, sometiendo al toro abslutamente, y además con series muy largas de seis y hasta de siete muletazos, enganchando las seires unas con otras en un carrusel de  toreo.


Cruzado el ecuador de la faena cuando el toro ya se encontraba sometido a la muleta del torero le corta los terrenos para acabar parando al toro con los pitones en la taleguilla. Poder y sometimiento Abosluto, el toro entregado subyugado a la fuerza de Perera, y la gran y única pena es que esa fanea no fuera rematada como bien mecería con un espadazo solemne. Al final, fue tan solo media estocada que provocó que no se concediera el rabo que pidió con fuerza el público. Las dos orejas si.


Toro incierto el quinto, que demuestra que si que hay quinto malo,  Poca clase, la cara alta, y los esfuerzos de perera son del todo infructuosos. Al igual que le ocurrió a Morante, estuvo mucho tiempo lidiando e intentando que rompiera el toro, que acabó  buscando excusas para no embestir.


Al final no encontró frutos y todo se resolvió con una ovación que escuchó y saludó desde el tercio el matador.


Alejandro Talavante
Entró en la corrida parando sin lucimiento al primero de sus oponentes, para realizar un quite por saltilleras que resultó lucido.


El tercero de la tarde resultó  un toro manso que apretaba mcho hacía los adentros. Eso fue exactamente lo que hizo a los banderilleros, como ocurrió con Valentín Luján.


El toro eligió los terrenos de chiqueros, donde se desarrolló la faena. La mansedumbre provocó que en varias  arrancadas a punto estuviera de leantar los pies del suelo al torero, que remató la faena con una serie de manoletinas. Tras varios pinchazos, cuatro concretamente fue un descabello el que sirvió para pasaportar al primero de su lote, que resultó ser un manso de Matilla, no como el de la canción, que era un manso de saltillo.


Poco que añadir en el segundo de su lote, Un toro que mostraba de forma evidente problemas de visión y que creo un cierto desconcierto en el tercio de banderillas.


Lo recibió con ambas rodillas en tierra Alejandro Talavante e intentó que la faena cogiera vuelo por todos los medios. Poco duró la faena pues cuando el toro se entendió podido por la muleta del extremeño bajó la persiana y poco más quiso saber de la faena.


Se puso pesado el toro para entrar a matar y tambíen se diluyó el trasteo en un sinfín de pases sin calado en el sentido. perera se va a hombros y Morante y Talavante andando. Otra gran feria que se va, con el evidente lunar de la falta de raza en el ganado contratado, sin un toro que embistiera de verdad. En el apartado ganadero destacó el cuarto de El Pilar y el segundo de García Jiménez, En los del chispeante destacan las tres orejas cortadas por El Fandi y el toreo que dejó en el albero Miguel Ángel Perera. Comienza el trabajo para superar en 2018 una feria que tiene el listón altísimo.



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