Crónicas del ayer: desaparece un pesquero frente a Cabo de Gata

No aparecieron los cadáveres de seis tripulantes

Imagen de archivo de un barco pesquero.
Imagen de archivo de un barco pesquero. La Voz
José Ángel Pérez
20:01 • 26 dic. 2022

Las informaciones meteorológicas previstas para el día 23 de abril de 1991 no alertaban precisamente de grandes fenómenos atmosféricos adversos para Almería. La mar andaba un tanto de revuelta tras la caída del poniente, pero nada hacía presagiar que su estado pudiese dificultar seriamente la navegación en un corto intervalo de horas. El pesquero "Beti Donosti" había llegado una semana antes al puerto de Almería para repostar combustible y tenía pendiente unas reparaciones en la sala de máquinas, por lo que el patrón aprovechó la estancia en la capital para poner a punto la embarcación y dar unos días de descanso a la tripulación.



El "Beti Donosti” con tripulación gallega salió del puerto almeriense a mediodía del 23 de abril de 1991 rumbo a la zona entre el Cabo de Gata y el Cabo Sacratif, entre unas diez y doce millas de la costa, donde habitualmente faenaba. La última vez visto fue navegando frente a las costas de Retamar, doblando el Cabo de Gata, cuando había empezado a levantarse un fuerte temporal de levante.



Su desaparición en alta mar, con siete pescadores a bordo ha sido una de las mas destacadas tragedias ocurridas en el litoral almeriense en las últimas décadas. Tras el naufragio solo apareció el cadáver del armador y patrón del pesquero en la dársena del puerto murciano de Águilas



Se informó entonces que el hundimiento pudo producirse esa misma noche, al intentar doblar el Cabo de Gata una arriesgada maniobra que entraña un grave riesgo por las fuertes corrientes marinas existentes.



Se barajó que fue en “El canto de Almería", a unas cuatro millas al sur de Cabo de Gata, con profundidades de más de300 metros y un fondo marino plagado de simas y de extremadas dificultades para rastrearlo.



No aparecieron los cadáveres de seis tripulantes suponiéndose que el hundimiento se produjo en breves minutos mientras dormían quedando atrapados entre la estructura de la embarcación sin darles tiempo a reaccionar.



Unos días después de su desaparición se iniciaron las labores de búsqueda del pesquero prolongándose por espacio de varias semanas. Siete meses más tarde, el pesquero "Barranco y Fernández" mientras faenaba rescató de entre sus redes restos del barco en El canto de Almería".



Una vez más, la mar dio sepultura a unos hombres fuertes y duros cuya muerte les sorprendió silenciosamente a más de 1.000 kilómetros de sus tierras, sin que desgraciadamente sus familiares, hayan podido tener un sitio donde llevarles unas flores mientras evocan sus recuerdos.


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