Nada es igual si Barrios no está tras el objetivo

Esta noche le váis, le vamos a echar todos de menos. Llego al Teatro Cervantes y no me espera a la puerta. Llegan los invitados y no está. Los jefes le buscan recambio: pero no lo hay. Son tantos los momentos vividos con él que se hace imposible sustituirle. Esto que les digo se le dice a los que ya no están, pero Juan Antonio Barrios sigue con nosotros y cuando se entere de esto luchará con más fuerza. Porque detrás de ese salero tan almeriense hay una bella persona con tantos problemas como usted y como yo.

Me gusta agradecer en vida y no poner una calle a los que no están. El otro día me preguntaba mi nieto por Juan Rojas, si conocía a ese hombre que tiene un campo camino de Huércal. Le tuve que explicar quién era Juan Rojas y que yo lo vi triunfar en el fútbol desde que estaba noviando. Pero cuando los de mi generación no estemos ¿Quién se lo explicará?

A lo que vamos señores. Hoy contamos con los mejores profesionales de la fotografía en estos Premios del Deporte, pero falta uno. Para mí el mejor. Ese que finalizado el acto ponía a posar al Lucero del Alba si era necesario. Al que siempre busca Antonia para la foto imposible y que no falla con nuestros jefes. Yo le decía “Barrios eres un pelotas de oferta” y tras mandarme a hacer puñetas me regalaba una de esas miles de sonrisas que reparte entre todos ustedes. Haciendo de su trabajo una felicidad y derramando su bondad.

Esta noche le váis, le estamos echando ya de menos y le vamos a abrir todos un hueco en nuestros corazones. Somos de la misma quinta. Nacidos en 1958, los dos medio beatos. Él de procesiones y yo de misas. Juan Antonio Barrios es la alegría de nuestra redacción. La banda sonora de todos los Premios de LA VOZ y de todas las fiestas. El Barrios del ministro y el del recogepelotas es el mismo: claro, directo, profesional, servicial, único y feliz.