Lo más viral: el grito de toda Almería

Diego Plaza reacciona al penalti que dio la permanencia al Almería

Carlos Miralles
09:29 • 08 jun. 2023

"¿Tengo que revivirlo?". Se me hizo eterno. Cuando estoy nervioso no paro de mover las piernas. No sabía quién lo iba a tirar porque parece que lo pedía Ramazani, luego Embarba, después la amarilla a Largie... en fin que se hizo larguísimo". El periodista almeriense Diego Plaza tuvo que vivir con sus compañeros de redacción el partido más importante y a la vez más largo del año. La UD Almería visitaba al Espanyol y el marcador fue una auténtica locura, porque del 0-1 se pasó al 2-1, al 3-2, y finalmente al 3-3.



En El Chiringuito de Jugones quisieron hablar más reposadamente con Diego después de una reacción en la que descargó toda la rabia acumulada. El tanto de Embarba cambiaba el guion porque el Almería volvía a estar salvado. No aguantó en la silla. Se levantó, gritó, cerró el puño y sabía que ese marcador era la vida, la gloria para su equipo, ya que un descenso a Segunda hubiera supuesto un golpe fortísimo a todos los niveles.



El momento



Recuerda Diego Plaza hablar con su familia, en especial con su abuela, "que me dijo que se pondría a rezar", y que hubo un momento en el que no podía ni responder a los mensajes ni narrar la jugada del penalti porque la tensión se lo impidió. Lo pasó incluso peor que con el ascenso en Leganés, aunque el final fue feliz y eso es lo que cuenta: "No me llegaba la camisa al cuello ni sabía qué hacer. Si me pilla en mi casa estaría de pie delante de la tele. Con el gol salió toda la tensión de la temporada, de las conversaciones con mi padre, de la gente de Almería. Yo tengo confianza, tu sí, yo no... Con el final fue como un ¡lo hemos hecho!. Se me pasó mucha gente por la cabeza en ese momento, como gente del club, jugadores con los que guardo gran relación, mi familia, mi hermano que me mandó un mensaje con el 3-2, mi abuela, que me dijo que iba a rezar".



Positivo



El almeriense va más allá de un simple resultado deportivo, y es que para el desarrollo de la masa social rojiblanca era clave continuar en Primera División. Mereció la pena tanto sufrimiento porque va en el ADN. Ahora unas semanas de reflexión y disfrute: "No es solo un club de fútbol, sino la tierra, la familia, gente del equipo, la prensa... Es mucho más. En Almería siempre brilla el sol pero ahora mucho más con la permanencia. Ya he hablado con mi familia y decimos lo mismo: ¡menos mal".





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