El Almería se despide de un goleador tipo Telmo Zarra

Con la sencillez de un futbolista ejemplar se ha marchado para siempre el nueve del Almería que remataba de cabeza como Telmo Zarra. Fue Antonio Belmonte Domínguez uno de tantos niños de la cantera del Pavía que salió para el Real Madrid de aficionados para hacer carrera. Cuando las bases del equipo blanco comenzaban en los juveniles, ya estaba allí un espigado delantero que iba de cabeza como los ángeles.

Temporada 1973-74

Para aquella Almería de comienzos de los setenta, Antonio Belmonte estaba en un escalafón superior. Jugaba en el equipo de aficionados del Real Madrid que era la fuente de jugadores para los clubes que querían subir a Segunda.

De la mano de Ben Barek llegaba Artero del Rayo Vallecano y a renglón seguido Morales y Belmonte. El primero desconocido y el segundo para los aficionados más fieles: aquel niño que salió del Pavía. Con aquel Almería Belmonte se ‘infló’ de marcar goles con los centros medidos de Juan Rojas por la derecha y Morales por la izquierda. Inolvidables aquellos tres goles al Recreativo de Huelva cuando no se llevaban el balón.

No se logró el ascenso a Segunda y Belmonte regresaba al Real Madrid ante la demanda de futbolistas de toda España para conseguir al 9.

Con el Tenerife

El delantero almeriense voló a Santa Cruz de Tenerife para vivir unas temporadas brillantes con el ascenso a Segunda División gracias a sus goles. Allí era una estrella y su cabeza acariciaba la pelota antes de besar las redes rivales.

Lo quiso conseguir de nuevo el Almería pero el caché de Belmonte era de superior categoría y el Real Madrid no le cedía a un Tercera.

Aquel Poli de Meca

Siendo ya un jugador curtido y con muchas vueltas por España le llegó la llamada de un Polideportivo Almería que nacía en Regional Preferente. A Belmonte no se le cayeron los anillos por bajar muchos escalones y con sus goles en el Estadio de La Falange comenzó el despegue. Tras el ascenso a categoría nacional no contaron con él y con Abomi se marchó al Baza.

Belmonte se hizo entrenador y alternaba su trabajo con Gómez Pomares con la preparación de clubes modestos. Trabajó para Almería y Poli con esa elegancia que siempre caracterizó al 9.