La máquina rojiblanca sigue rindiendo aunque Fran le cambie las piezas

Ha sido suficiente con observar el rendimiento y la actitud del Almería actual en la cuarta parte de la competición liguera y en tres duelos coperos para llegar a la conclusión de  cualquier parecido con el actual equipo rojiblanco y el de las tres campañas precedentes es puro coincidencia. El acierto de la cúpula deportiva de la entidad rojiblanca integrada por Miguel Ángel Corona, Iván Andrés y Fran Fernández, cada uno de ellos en su respectiva parcela pero siempre en perfecta sintonía, hoy se plasma en el terreno de juego.  

No ha habido ni un solo partido en el que el conjunto indálico no haya competido, en el que no haya mostrado sus señas de identidad. Porque Fran Fernández ha conseguido hacer del Almería un equipo que tiene las ideas muy claras, que sabe a lo que juega y que tiene fe en el trabajo que realiza.
Da la impresión de ser una máquina de precisión a la que no afecta en su rendimiento el que tenga que jugar con piezas de recambio.  No siempre las victorias de los equipos dejan sensaciones positivas ni las derrotas malas.

El Almería no pudo pasar del empate frente al Villarreal, pero fueron tablas con sabor a victoria  por varios motivos. Porque se vio obligado a igualar el marcador partiendo de un 1-3 adverso; porque lo hizo ante uno de los equipos punteros de la Liga de las estrellas y porque lo hizo con un once inicial en el que sólo había uno de los primeros espadas de Fran, Eteki, y cuatro jugadores del B, mientras que el cuadro de Primera División salía con cuatro titulares, Cazorla, Mario Gaspar, Iturra y Raba, para finalizar con otros tres Gerard, Pedraza y Fornals. Una proeza para recordar siempre.