Un Almería amigo cae en Córdoba

El equipo, errático con el balón, cede los puntos a un rival que mostró mucha más necesidad

Carlos Miralles
23:15 • 06 oct. 2018

El Córdoba se jugaba más que el Almería y se notó. Derrota rojiblanca con un solitario gol de Piovaccari en la segunda mitad que pone punto y final a la gran dinámica de resultados y, de paso, apacigua el amago de crisis en El Arcángel. El plan de partido de Fran Fernández se fue diluyendo con el paso de los minutos. Entró con presencia el equipo en el choque, sin perder de vista la meta de Abad, aunque sin disparos con peligro. Su rival se limitaba a buscar los contragolpes y así hacer daño a los laterales Romera y Andoni. Tampoco fue un partido vistoso, de esos que invitan a levantarse del asiento y aplaudir una jugada, sino que se trataba de ser efectivo. El paso de los minutos parecía que aportaba valentía al Córdoba y más imprecisión con la pelota. Se llegó al descanso con empate a cero y la mala noticia de la lesión de Juan Ibiza, con una contusión. Le sustituyó Ángel Trujillo.




La derrota
El duelo entró en una fase donde la mentalidad jugó un papel decisivo. Paso al frente del Córdoba al que respondía el Almería con algún tímido contragolpe. En definitiva, una ruleta rusa de la que solo podía salir un ganador, y fueron los locales. Quizá no era el día para brillar como en la jornada ante el Reus, sino de ser efectivo y jugar con la presión del contrario. Sin embargo, a la media hora se apagó la luz. Centro desde la derecha dentro del área que remata con demasiada facilidad Federico Piovaccari. René llegó a toca el balón, pero no evitó el gol tras el potente disparo del delantero centro blanquiverde. Ese ida y vuelta benefició al Córdoba de tal manera que desde ese minuto no se ‘jugó’ más.




El largo camino de Segunda vivió la octava parada -queda mucho-, aunque lo que más rabia da a los rojiblancos es que el Córdoba llevó la necesidad a su terreno para estrenar su casillero de victorias. No se vio un Almería vertical, sí de trabajo y coraje, pero con eso no bastó en situaciones como la de ayer. Un borrón en un historial magnífico en el último mes de competición que no genera dudas en el vestuario, sino que se dejó pasar una grandísima oportunidad de dar otro golpe en la mesa y abrir más distancia con el descenso, y es que la permanencia es el gran objetivo.




El detalle
Especialmente duele la derrota porque el Córdoba no hizo más méritos que el Almería, pero logró ver puerta y esa es la clave del fútbol. Era el último clasificado, con dieciocho dianas en su contra, Sandoval cuestionado... Ingredientes que no supieron conjugar los futbolistas en el terreno de juego. Los 500 seguidores se volvieron de vacío conscientes de que hay lucha, entrega, pero ayer no se leyó bien el partido.







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