El adiós de un gran capitán

Joaquín Fernández firma por el Real Valladolid

Joaquín Fernández guardando sus pertenencias.
Joaquín Fernández guardando sus pertenencias. Carlos Miralles
Carlos Miralles
10:21 • 30 ago. 2018

El día más duro de Joaquín Fernández. El almeriense, natural de Huércal, vivió sus últimas horas como rojiblanco antes de marcharse a Valladolid, club que le brinda la oportunidad de crecer en Primera División. Un futbolista de la casa, que ha crecido en las bases hasta llegar a la élite, tomó la siempre difícil decisión de irse de casa. El líder del vestuario, el encargado de llevar el brazalete esta temporada, cambia de aires en una decisión difícil y la vez valiente.



La mañana
Muy pronto, a las 8:30 horas, Joaquín Fernández llegaba al Mediterráneo junto a su representante, Jesús González. De hecho, en el vestuario solo se encontraban el cuerpo técnico y Ángel Trujillo. Después fue llegando el resto de la plantilla. A las nueve menos cuarto aparecía en la zona mixta Miguel Ángel Corona, director deportivo, quien charló con el agente del jugador y Fran Fernández. Todo parecía indicar que Joaquín ni siquiera se vestiría por última vez con la ropa de entrenamiento, pero entre llamadas telefónicas y conversaciones, el almeriense decidió enfundarse pantalón y camiseta de trabajo.



Nervios
Tal y como estaba previsto, el Almería se ejercitó a las 9:30 horas, pero Joaquín Fernández no estaba con el grupo. Para evitar cualquier contratiempo en forma de lesión que pudiera frenar su marcha, el central se quedó entre la zona mixta y el gimnasio. Corona e Ibán presenciaron los primeros minutos de la sesión y regresaron a vestuarios para hablar de nuevo con Joaquín y su representante. Ajenos a lo que ‘cocinaba’ en las entrañas del Estadio, el Almería se centraba en avanzar en la preparación del encuentro con el Málaga del próximo lunes.



Al finalizar el entrenamiento, Joaquín siguió hablando con Jesús González después de ducharse, siendo con diferencia el momento más complicado para el almeriense, ya que los jugadores que se marchaban a casa se despedían de su capitán. Joaquín pidió una bolsa para meter sus pertenencias antes de viajar a Valladolid. La emoción resultó inevitable para una persona que ha vivido siempre ligado a los colores rojiblancos.



Reunión
Eran las doce y media de la tarde y Joaquín fue su coche para guardar sus pertenencias. En el parking coincidió con Arzura, que le deseó mucha suerte en su etapa en el Valladolid. En este sentido, cabe destacar que el huercaleño lo ha pasado muy mal en los últimos días, analizando detenidamente la situación de mercado y decidir si la mejor opción era dar un paso hacia Primera o quedarse en Segunda con la UDA.



Corona esperaba en el despacho del club para terminar de cerrar todo el papeleo y por la tarde pusieron rumbo a Valladolid. Aquel jugador que debutó con Fernando Soriano se hace mayor y la oferta pucelana ha sido irresistible, aunque el acuerdo entre clubes se retrasó más de lo previsto -Joaquín pudo viajar le mismo miércoles por la tarde-. En lugar de poner trabas o enredar la situación, Joaquín se vistió para entrenar mientras se terminaban de cerrar los famosos flecos. En el Anexo, los pocos aficionados presentes se empezaban a preguntar quién sería el recambio de su capitán.



Nueva etapa
LA VOZ y Cadena SER anunciaron el pasado viernes que el Valladolid pujaba fuerte por Joaquín Fernández y seis días después se alcanzó el acuerdo mediante el cual el defensa acepta competir en la élite. De esta forma, quedan tres centrales disponibles: Ángel Trujillo, Juan Ibiza y Owona, por lo que urge firmar un jugador en el último día de mercado.




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