Cajas y bancos deben a las comunidades de vecinos cuatro millones

Cajas y bancos deben a las comunidades de vecinos cuatro millones

Javier Pajarón
20:56 • 27 jul. 2013

Las entidades financieras se han convertido en un vecino demasiado incómodo para las comunidades de propietarios. El crack del mercado inmobiliario ha dejado en sus manos cientos de miles de viviendas vacías (según datos de la Junta de Andalucía, hay 700.000 en la región) y, sin garantías de una pronta reactivación de las ventas, bancos y cajas afrontan con dificultades los gastos derivados del mantenimiento.


Según denuncia el Consejo General de Colegios Administradores de Fincas de España, la morosidad total de las entidades financieras ronda los 300 millones de euros en Andalucía, primera región en este indicador por delante de Cataluña y Madrid. De ellos, el 16 por ciento corresponde directamente a deudas contraídas con las comunidades de vecinos.


Según la estimación de los administradores de fincas, los impagos en la provincia de Almería superan los cuatro millones de euros a datos de diciembre de 2012. Las deudas se acumulan en miles de cuotas de comunidad desatendidas, cifras pequeñas para las entidades financieras y, en cambio, a menudo inabordables para los propietarios de un edificio.




El Colegio de Administradores de Fincas de Almería, presidido por Gabriel Oyonarte, tiene muy presente la dimensión del conflicto. Actualmente la organización cuenta con 130 colegiados y muchos lidian a diario con la dificultad de cobrar a estos propietarios de viviendas vacías, sin actividad, sin movimiento, sin expectativas a corto plazo. “La deuda tiene que estar recogida en el libro de actas de la comunidad y luego se inicia el proceso monitorio para reclamar el pago”, señala Oyonarte.


Los monitorios son, al menos sobre el papel, la vía más corta para exigir una cantidad económica (en asuntos inferiores a 250.000 euros). Las comunidades solicitan por escrito al moroso las cuotas correspondientes sin necesidad de acudir a los tribunales. El documento tiene carácter oficial y acelera la fase inicial (un plazo de 20 días para contestar). Si el deudor se niega, entonces se abre la vía judicial para un futuro juicio.




Aunque el mecanismo se creó con vocación de celeridad, Oyonarte lamenta que, aún así, los impagos se dilaten y el cobro a las entidades financieras sea complejo. Aquí se refleja también la sobrecarga de los juzgados.


El Consejo General de Colegios Administradores de Fincas de España ha ofrecido algunas alternativas para paliar la morosidad de bancos y cajas. Sugieren “modificar la Ley de Propiedad Horizontal para que el adquirente de cualquier título de una vivienda en régimen de propiedad horizontal, responda con el propio inmueble adquirido de las cantidades adeudadas a la comunidad de propietarios para el sostenimiento de los gastos generales”.




De este modo, los administradores consideran que “se incrementarían las garantías a favor de las comunidades de propietarios, aumentando la posibilidad del cobro de las cantidades adeudadas y logrando, con ello, que la importante labor de mantenimiento de los edificios no se paralizara por causa de las deudas de las entidades financieras”.  


Por otra parte, diversas plataformas ciudadanas han denunciado las contradicciones implícitas en el impago de entidades en casos donde las viviendas han sido adquiridas a través de desahucios, donde las familias son desalojadas precisamente por no ‘cumplir’ con la hipoteca.



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