Huércal-Overa

El Supermercado de ultramarinos almeriense que resiste tras más de medio siglo

“Con solo 9 años era la jefa de la caja registradora”, dice Diego el Pandereta

Nico y su padre Diego tras el mostrador de su Supermercado: 'Pandereta'.
Nico y su padre Diego tras el mostrador de su Supermercado: 'Pandereta'. La Voz
Marina Ginés
14:01 • 20 may. 2024

Con una inversión de 44.000 pesetas y mucha ilusión por emprender un nuevo negocio, allá por el año 1970 Diego Fernández 'el Pandereta' y su cuñado abrían el que fue el primer supermercado de toda Huércal-Overa. “En poco más de un año habíamos sacado 900.000 pesetas”, recuerda Diego desde el que ha sido su mostrador durante casi toda una vida. Poco después de esa fundación hace más de medio siglo, se hizo responsable del ya histórico negocio de forma íntegra.

Como si de una de las superficies de Francisco Roig se tratase, el Supermercado del Pandereta “fue toda una novedad en el pueblo” y así sigue siéndolo más de medio siglo después. Basta con acercarse cualquier día hasta el número cuatro de la calle Juan Ramón Jiménez, para comprobar en primera persona el trasiego incansable de clientela que siguen conservando en esta tienda de ultramarinos “de toda la vida”.

¿El secreto? “Cumplir como se debe con los clientes y algunas veces sufrir lo que no se debe sufrir por ellos. Aunque te estés perjudicando hay que tenderle la mano al cliente”, asegura Diego Fernández, que a sus 94 años y, ya en posición de mero espectador, se sienta a saludar a su clientela cada mañana. Cada persona que traspasa la puerta hace su primera parada junto al patriarca. “El tesoro más grande está aquí”, dice al entrar una mujer de mediana edad. “¡Qué bien que está el jefe, qué guapo, que dios lo bendiga”, comenta la siguiente.

Mientras tanto, su hija, Nicolasa Fernández, sigue el relevo de su padre y les ofrece a sus vecinos siempre con una sonrisa todo lo que en su establecimiento se encuentra. Sin olvidar, por supuesto, uno de sus grandes atractivos para los vecinos: la fruta y la verdura fresca, junto con repostería tradicional del pueblo y algún que otro producto “de toda la vida” que se hace casi imposible de conseguir en algunas tiendas más modernas.

‘Nico’, como la conocen sus vecinos y clientes, nació detrás del mostrador. “Con nueve años ya era la jefa de la caja registradora”, recordaba su padre. Y es que la huercalense es una apasionada de su trabajo donde se encuentra como “en familia”, y es que las vecinas que frecuentan el supermercado la han visto crecer, “te hemos criado” bromean entre compras.

Los lunes, -día histórico de mercadillo en el municipio-, Nico rememora cómo faltaba al colegio para ir a atender a la tienda y así pasó de ayudar cuando podía a hacerse cargo por completo tras la jubilación de su padre. “Ya llevo 52 años, no he trabajado en otro sitio que no sea aquí”.

Si bien las tiendas de “toda la vida”, hace unos años se vieron avocadas al cierre con la llegada de las grandes superficies, el Supermercado del Pandereta mantiene una clientela fija y fiel y según su nueva gerente, les va muy bien. Sin embargo y a pesar del éxito del negocio familiar, dos generaciones después el Supermercado del Pandereta no cuenta con relevo generacional.

“Mis hijos un día me dijeron que teníamos una porquería de trabajo, que no teníamos vacaciones”, recordaba Nico. Por eso la huercalense animó a sus hijos a formarse para dedicarse a algo que les permitiese tener mejor calidad de vida. “Les dije: tu padre y yo ya no podemos volver atrás pero vosotros aún estáis a tiempo de tener un trabajo mejor”.

El sacrificio y las horas empleadas en el negocio no han sido pocas. “Mi marido se levanta a las cinco de la mañana para ir a por el género de fruta y verdura para tenerlo fresco cada día”. La persiana del Pandereta está abierta desde las siete y media de la mañana. A pesar de lo duro de su oficio, esta vecina de Huércal-Overa puede decir a boca llena que "mi trabajo me encanta. A mi hablar con la gente y tratarlos como si todos fueran familia y servirles lo mejor que pueda... me encanta”.

Eso sí, reconoce que está dispuesta a traspasar la tienda el día que le toque jubilarse. “No me importaría que la llevase cualquier vecino, solo para que no se pierda”. A sus 59 años Nico lleva ya 52 a cargo de este emblema familiar con cariño y pasión y así se lo reconoce su padre quien, al preguntarle por cómo lleva la tienda su hija, responde con la gracia que le caracteriza: “¡Mama Mia, estupendísimamente bien!”.

Así sobrevive en el tiempo un cachito de la historia de todos los huercalenses, en esa pequeña calle ubicada en pleno centro neurálgico del municipio de la mano de Los Pandereta, quienes no solo han visto crecer a sus vecinos sino a quienes sus vecinos también les han visto crecer.

Diego recuerda como cada tarde las hijas de las vecinas de alrededor acudían sin falta a la tienda para jugar, limpiar y echarle una mano. "No había un joven o niño que no se pasase por la tienda del Pandereta". Traspasando la mera relación de tendero y cliente hasta formar parte de una gran familia en la que prevalece el cariño y el buen humor de Diego y Nico que sobrepasan las barreras de lo meramente profesional y así se lo reconocen sus vecinos, que no dudan en seguir acudiendo a su supermercado de toda la vida.










Temas relacionados

para ti

en destaque