El Almanzora cumple 10.000 días sin ferrocarril y sin dejar de reivindicarlo

El Almanzora cumple 10.000 días sin ferrocarril y sin dejar de reivindicarlo

Antonio Fernández
22:56 • 21 may. 2012

Desde que el 31 de diciembre de 1984, gobernando entonces en España Felipe González, y siendo ministro de Obras Públicas Julián Campo, el tren hiciera su último recorrido por la línea entre Guadix y Almendricos, han pasado 10.000 días en los que la comarca del Almanzora o la del Levante almeriense no han dejado de reivindicar su ferrocarril.
Fue aquella una decisión que trajo consigo la polémica porque los habitantes de estas zonas de Almería, hasta entonces comunicadas con el levante español gracias a esa línea, consideraron como grave la pérdida de una infraestructura que consideraban básica para el desarrollo de la actividad económica, por mucho que en esos momentos el nivel de ocupación de los trenes fuera considerada insuficiente por parte del Ministerio.
La batalla continúa
Con diferentes intensidades, varias organizaciones han mantenido viva la llama de la reivindicación a lo largo de estos más de 28 años desde la desaparición de la línea férrea. Plataformas pro ferrocarril, la Plataforma por Andalucía Oriental o colectivos como Asafal (Asociación de Amigos del Ferrocarril), han enarbolado la bandera del tren del Almanzora como reivindicación para tratar de revertir lo que se considera un agravio hacia las infraestructuras de la provincia.
A ellos se han sumado en estos años las voces de los empresarios del mármol, que considera que una salida ferroviaria añadiría ventajas competitivas al transporte de sus producciones.
Los representantes de la Plataforma por Andalucía Oriental sostiene que con sólo una mínima parte de lo que supuso la construcción de la línea del AVE entre Madrid y Sevilla, ideada como puntal de apoyo a la Exposición Universal de 1992, “habría sido suficiente para mejorar la línea Guadix-Baza-Almanzora-Almendricos para adecuarla al potencial de desarrollo que tenemos las provincias del Arco Mediterráneo español”.
Los colectivos que defienden el regreso del tren recuerdan que en aquella época otras líneas tenían los mismos problemas de rentabilidad que la almeriense, entre ellas la Sevilla-Zafra o la Huelva-Zafra, “pero estas tuvieron mejor suerte y continuaron en servicio sin mayores problemas”.
Se quejan también de que en las épocas electorales o preelectorales los distintos partidos políticos se acuerdan de este trazado y desgranan promesas de estudios de viabilidad o de reapertura de la línea, que finalmente no se concretan en acciones tendentes a recuperar el servicio ferroviario para una amplia zona del levante y norte almerienses.
En los últimos meses ha habido manifestaciones en Baza (coincidiendo con el aniversario del cierre de la línea), en el Almanzora o en Pulpí, aunque por el momento no hay una respuesta concreta de la Administración que permita albergar esperanzas.







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