Lubrín

Presta atención a este factor al comprar aceite de oliva: “Se hace mucha trampa”

Productores denuncian prácticas como mezclar el producto con otros aceites como el de cacahuete

Imagen de archivo de una mujer que se prepara para consumir una elaboración con aceite de olvida.
Imagen de archivo de una mujer que se prepara para consumir una elaboración con aceite de olvida. La Voz
Guillermo Mirón
15:43 • 11 abr. 2024

No es oro todo lo que reluce o, en este caso, más bien aceite de oliva. Las presuntas malas prácticas en la venta del aceite de oliva virgen extra (AOVE) llegan también hasta las estanterías de supermercados y suponen además una traba para el trabajo que hacen productores locales y las almazaras para llegar al gran público.

Eso es al menos lo que ha denunciado en la Cadena SER Levante, el gerente de la conocida Almazara de Lubrín, David García. Durante una entrevista acerca de la situación del sector, uno de los responsables de esta almazara advirtió de que “hay mucha trampa” que, ante los precios que está alcanzando este producto, cada vez "se hace más y peor”.

La "trampa" que llevan a cabo algunas de las empresas más conocidas radica según García en “una mezcla” de aceites. “Hacen una especie de mezcla con la que no te estás comiendo un aceite natural sino alterado químicamente” lamenta antes de visibilizar esta cuestión con un ejemplo. “Viene un aceite de cacahuete en un barco, pasa por un refinería y lo mezclan en un 30% con un aceite de oliva suave”, explica.

Una práctica que realizarían “marcas grandes, incluso a veces las más conocidas y que más renombre tienen” con una mezcla calculada para cumplir con la normativa actual y así “no tener problemas o intentar no tenerlos”.

Esto no sólo puede repercutir en el consumidor, que puede creer que la botella que tiene en casa está repleta al 100% con aceite de oliva. Esta práctica también significa una dificultad añadido para el trabajo que realizan desde almazaras como la almeriense. “Nuestro producto natural es muy competitivo en cuanto a calidad pero estamos viendo que si antes había una diferencia de treinta o cuarenta céntimos ahora sí que es de un euro o dos”, ya que este tipo de prácticas puede abaratar el producto final.

Pese a que García reconoce que entiende “al consumidor” al poder ahorrarse cierto dinero eligiendo esta opción, recuerda que si se compra aceite directamente al productor o el que sale de una almazara “te estás asegurando un producto natural y de la máxima calidad en tu casa. Los que hacemos las cosas bien y echamos en las botellas algo natural, que es simplemente zumo de aceituna nos estamos viendo perjudicados”, reivindica.










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