La Junta de Andalucía restringirá del 10 de julio al 24 de septiembre la navegación deportiva y de recreo en la franja litoral protegida del parque natural de Cabo de Gata-Níjar con el balizamiento de varias playas naturales y la zona de la reserva marina ´Arrecife de las Sirenas´.
La resolución, publicada este miércoles en BOJA, indica que la medida temporal afecta a playas de los términos municipales de Níjar y Carboneras como Los Muertos, Cala Enmedio, Cala del Plomo, Cala San Pedro, Playazo de Rodalquilar, Playa Isleta del Moro a poniente y sus afloramientos rocosos contiguos, Playa de los Genoveses, Playa del Barronal, Playa de Mónsul, Playa de la Media Luna y Playa del Corralete.
La Junta, que señalizará mediante el balizamiento de la franja marítimo litoral, persigue la conservación de habitas litorales protegidos y la ordenación de las actividades de uso público dentro de los límites del parque natural, así como "evitar situaciones de riesgo para la seguridad o el bienestar de las personas".
La restricción supone que, en las zonas de baño debidamente balizadas, estará "prohibida" la navegación "deportiva y de recreo", y la "utilización de cualquier tipo de embarcación o medio flotante movido a vela o motor".
Afección ambiental
Un informe de la Junta Rectora del parque natural alertó en 2021 de la afección ambiental generada por la "gran afluencia" de actividad náutica recreativa a través de embarcaciones que navegan y fondean dentro de la franja litoral protegida durante la temporada turística.
El documento definía los enclaves litorales "que soportan mayor presión" dentro de la franja marítima costera, y se proponía tanto la adopción de medidas de restricción temporal de acceso a todo tipo de embarcaciones o medios flotantes movidos a motor o a vela a los mismos, como la señalización temporal para la conservación de hábitats litorales protegidos y ordenación de las actividades de uso público en determinadas zonas de la franja marina del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.
La medida busca proteger de esos impactos a los bancos de arena cubiertos permanentemente por agua marina, poco profunda; a las grandes calas y bahías poco profundas; a los arrecifes; a las praderas de Posidonia (Posidonion oceanicae) o a las lagunas costeras, estos dos últimos considerado como prioritaria su conservación en la gestión de la ZEC Cabo de Gata-Níjar.
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