Llueve “polvo blanco” sobre el Poniente almeriense

Desde hace varios días la ceniza aparece sobre los coches en Adra, El Ejido, Berja o Aguadulce

El cristal parabrisas de una vecina ejidense.
El cristal parabrisas de una vecina ejidense.
Francisco G. Luque
14:22 • 12 sept. 2022 / actualizado a las 18:23 • 12 sept. 2022

"¿Alguien sabe qué es ese polvo blanco que hay encima de los coches?". Esta fue la pregunta que hizo una vecina del Poniente almeriense en un grupo de Facebook donde suele compartirse información relacionada con dicha comarca. Acompañada por una fotografía del parabrisas de su vehículo, se cuestionaba qué serían esas motas blancas que se podían ver sobre el cristal. No tardaron el contestar a dicha publicación decenas de personas, dando su opinión al respecto o confirmando que a ellos también les pasó lo mismo este fin de semana en otros lugares como El Ejido, Balerma, Adra, Berja e incluso Aguadulce. ¿Pero qué es realmente esa especie de polvo?



A pesar de que hubo numerosas respuestas, varias explicaciones posibles y alguna que otra teoría conspiranoica, al parecer no era otra cosa que ceniza, procedente de la gran columna de humo que se creó debido al incendio forestal de Los Guájares, en Granada, que ha calcinado ya alrededor de 4.000 hectáreas según las estimaciones satelitales. Este fuego se declaró el jueves y está devorando desde hace cinco días el Valle de Lecrín, ya que no han acompañado las condiciones climatológicas.



Se esperaba con ansia la lluvia, pero el gran protagonista ha sido el viento en esta zona. Tanto que la columna de humo empezó a desplazarse y dejó su rastro hasta 350 kilómetros más al este de la ubicación del foco principal del incendio, pasando por encima de lugares de la Alpujarra y sobre todo del Poniente almeriense, donde se habrían depositado partículas de esta ceniza a lo largo del fin de semana. Una imagen sacada de la aplicación Worldview de la NASA, compartida en la publicación de la vecina de El Ejido por otro residente del Poniente almeriense, mostraba perfectamente el recorrido de dicha columna.









El consejero de Desarrollo Sostenible, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco, indicaba este lunes que el "gran" incendio forestal declarado en el paraje Los Guájares, en la comarca de la Costa de Granada, ha calcinado alrededor de 4.000 hectáreas de matorral y de pinar.


Fernández-Pacheco destacó la meteorología "adversa" en la que se desarrollan las labores de los efectivos del Plan Infoca con fuerte viento y señaló que "desgraciadamente" no se han cumplido las previsiones de la madrugada que apuntaban que las rachas iban a "empujar las llamas hacía zonas ya quemadas".

A preguntas de los periodistas en Almería, en el acto de nombramiento de los nuevos delegados de la Junta de Andalucía, remarcó que el incendio tiene un perímetro "muy grande" que abarca los 52 kilómetros y ha apuntado que los profesionales siguen "luchando" contra el fuego "con todos los medios aéreos y terrestres disponibles" a la espera de que la meteorología "ayude a las labores de extinción".






Otras versiones

Entre las distintas opiniones y explicaciones de los vecinos de la comarca, destacó la versión de los cohetes. Y es que precisamente este pasado fin de semana tomó protagonismo la pirotecnia en numerosos lugares de la provincia de Almería con motivo de las fiestas patronales de los distintos pueblos, siendo uno de ellos el de Dalías, que además es conocido por lanzar al aire una gran cantidad de estos artefactos en honor al Santísimo Cristo de la Luz. Muchos creen que las motas sobre el cristal de sus vehículos podrían deberse a esto.


Por otro lado, hubo algún vecino que creyó que se trataba incluso del conocido insecto de la mosca blanca, llevándose un buen susto al considerarla como una temida plaga para la agricultura. Mientras, algunos otros directamente consideraban que este extraño polvo blanco que se posaba levemente sobre sus coches bien podría estar relacionado con los 'chemtrails', las estelas que algunas veces dejan los aviones en el cielo y algunos colectivos piensan que son restos químicos para una supuesta labor de 

modificación del clima, manipulación psicológica o control de la población humana.



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