La fiebre por los volcanes dispara el atractivo turístico de Almería

Los volcanes están de moda, sobre todo después de las últimas erupciones que han convulsionado el mundo, los ocurridos el pasado otoño en la isla de La Palma, el ya famoso Cumbre Vieja, y el de la Isla de Tonga, en el Océano Pacífico, donde literalmente estalló el volcán Hunga Ha’apai.

Una moda que está siendo un potente imán para el para el turismo en la provincia de Almería, donde comienzan a llegar visitantes, ansiosos de conocer de cerca esos ‘monstruos’ dormidos que fueron los verdaderos arquitectos buena parte de la geografía almeriense, hace millones de años.

Pero en el caso de Almería, considerada como el mejor y más amplio conjunto volcánico existentes en la península ibérica, los touroperadores especializados en este tipo de turismo de aventuras, al atractivo intrínseco de los viejos conos volcánicos se suma la posibilidad de encontrar en ellos piedras preciosas.

Doble reclamo 

Así lo hace la empresa ‘tierrassinfronteras.com´’, que anuncia la posibilidad de viajar a la provincia y adentrarse en uno de los cráteres más espectaculares que se pueden encontrar en Almería, concretamente en el municipio de Níjar, conocido en la actualidad como el Hollazo de Níjar donde, además de observar el antiguo volcán submarino que estuvo en plena actividad hace seis millones de años, se pueden encontrar un tipo de piedras preciosas conocidas con el nombre de ‘granatillas’, unos granates de color rojo oscuro que han sido utilizados para la fabricación de joyas por varias culturas a lo largo de la historia.

Con esa carta de presentación de ‘Almería, volcanes y piedras preciosas’, los operadores turísticos ofrecen un viaje a la provincia para recorrer éste y otros conos volcánicos y, aprovechando el viaje, adentrarse en los lugares más icónicos del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, desde la Isleta del Moro al Mirador de las Amatistas, las Minas de Oro de Rodalquilar o localidades situadas más al interior de la zona como el Balcón de Sierra Alhamilla, en el municipio de Turrillas.

Esa ‘memoria geológica’ ofrece numerosas muestras de las actividad sísmica y volcánica del pasado; una amplia zona que abarca desde la Isla de Alborán al Cabo de Gata Vera y amplias zonas en el entorno de Sierra Alhamilla, todos ellos incluidos en la gran falla que se extiende desde Marruecos al norte de Europa.

Volcán nijareño

El Hollazo de Níjar era en realidad un volcán submarino situado a apenas tres kilómetros del centro urbano de esta localidad. Acceder es sencillo: sólo hay que salir de la Autovía A-7, por la salida 481, seguir a carretera hasta Níjar y, justo antes de llegar tomar un camino de tierra a la derecha, junto a un chalet aislado y, tras poco más de un kilómetro, se encuentra una explanada a la izquierda para dejar el coche.

Desde allí se coge un sendero amplio que conduce, en diez minutos, al centro del volcán del Hollazo o de La Granatilla. Se trata de un paisaje casi sobrenatural, con una pared de roca de unos 300 metros de altura que rodea al cráter, con un domo volcánico en el centro por donde se expulsaba la lava. En ese lugar, esparcidos por el suelo, se pueden encontrar cientos, miles de es esas pequeñas joyas, conocidas como granatillas.

El del Hollazo no es, en cualquier caso, el único volcán que se puede encontrar en la provincia; los hay por todo el Cabo de Gata: cerca del Morrón de Genoveses, en el Cerro Barronal, en las inmediaciones de Mónsul o en el Pozo de los Frailes. En la zona de Vera se pueden hallar los de Cabezo María, Cabezo Montoro, Cañada Honda o el Cerro Coscojar. Y los hay también en los municipios de Cóbdar, Líjar, Chercos, Macael o Albanchez, entre otros.

Todos son protagonistas que cuentan la historia de cómo se formó Almería... hace millones de años.