El Ejido

Ponerse en el lugar del otro para aprender a construir un futuro mejor

El IES Santo Domingo aborda los retos de la discapacidad en su ‘I Semana de la Inclusión’

Fran García
12:03 • 11 feb. 2022

Ponerse en el lugar del otro en busca de una sociedad más concienciada, equitativa e igualitaria ha sido uno de los objetivos clave perseguidos por parte del IES Santo Domingo de El Ejido con la celebración desde el pasado lunes de la que ha denominado como la I Semana de la Inclusión.



“Estamos viviendo en primera persona algunas dificultades que tienen nuestros alumnos o algunos miembros de la comunidad educativa. Queremos ser partícipes de la realidad en la que vivimos y queremos construir para mejorar”, explica Eva Acosta, jefa de estudios del centro.



La iniciativa se enmarca dentro de la acreditación europea del programa Erasmus que el centro recibió en 2021 y que les permite desarrollar un proyecto hasta 2027 en el que se han marcado la inclusión como eje principal del mismo.



Y la manera de poder acercarse a las dificultades a las que tienen que hacer frente colectivos con diversas discapacidades en este primer año de desarrollo de la iniciativa ha sido mediante la realización de talleres en los que han colaborado activamente las asociaciones de discapacidad del municipio.



De este modo, los miembros de la comunidad educativa han podido conocer, a través de diversos talleres y acciones formativas, lo que supone tener que hacer determinadas actividades a ciegas, en silla de ruedas, con dislexia o estar en entornos ruidosos y con muchas luces en caso de las personas que tiene autismo.



“Con todas estas actividades estamos aprendiendo como trabajar con estas personas para tratar de hacerle la vida un poco mejor. Estamos aprendiendo para construir un futuro común mejor”, enfatiza Acosta.



Un cambio de mentalidad



Naara Agudelo y Boutaina Kerarmi, dos alumnas de Bachillerato del centro, han compartido con LA VOZ su experiencia de estos días. Y ambas coinciden en que “hace que veas las cosas y los problemas que tienen que afrontar estas personas de otra manera”.


Boutaina, por ejemplo, cuenta como su experiencia jugando al ajedrez a ciegas “te hace ponerte en la piel de esa persona y experimentar lo que puede sentir esta persona”. Mientras, Naara, por su parte, confiesa que esta iniciativa le ha hecho darse cuenta de que “muchas veces somos inconscientes de las dificultades que tienen muchas personas para hacer un montón de cosas. Y ponerse en el papel de esa persona y pensar como sería mi vida teniendo que realizar todas esas cosas, la verdad es que me ha ayudado mucho”. 


Y otra de las experiencias vividas ha llegado de la mano de Paulo Gil y Fátima Fernandes, dos profesores portugueses que han pasado toda la semana en el centro aportando su experiencia de años de trabajo con colectivos con necesidades especiales.


Estar en una clase de matemáticas y que te hablen en otro idioma la verdad es que es un poco complicado porque hay muchas cosas que no entiendes. Y ponerte en el papel de esas personas que llegan de otros países a nuestro país y tienen esa dificultad con el idioma, la verdad es que, ponerte en el papel de ellos, te hace sentir mucho lo que sienten ellos”, confiesa Naara.


Por tanto, se trata de una iniciativa muy enriquecedora y que seguirá creciendo en los próximos años porque el proyecto estará en desarrollo hasta 2027. “Primero tenemos que concienciar a la comunidad educativa de la realidad que tenemos. Y el año que viene intentaremos mejorar porque hemos tomado nota de todas las necesidades que tenemos como las dificultades que hay en nuestro centro para llegar simplemente a beber agua en la fuente o para pasar de un edificio a otro. Vamos a ir trabajando para intentar que el año que viene eso desaparezca”, finaliza la jefa de estudios.


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