“Francisco Torrecillas tendría que pedir perdón por no haberse muerto”

“Es triste que estés luchando por tu vida y mientras otros estén luchando por la herencia”. Con esta crudeza resume el alcalde de Albox, Francisco Torrecillas, los movimientos políticos y las negociaciones que se dieron en su Ayuntamiento cuando éste se encontraba en la UCI con motivo del coronavirus.

Son las palabras con las que Torrecillas ha resumido lo ocurrido durante sus más de seis meses de baja. Un periodo en el que según el regidor incluso personas de su máxima confianza participaron en negociaciones para arrebatarle la Alcaldía mediante una moción de censura. 

Negociaciones
 “Cuando una funcionaria se extralimita en sus funciones y se mete a hacer política, pasa esto. Llegaron a ofrecer la Alcaldía al PP y tuvieron conversaciones con cargos provinciales para tal fin”, asevera en clara alusión a la exsecretaria, Eva Cano. Es la respuesta que Torrecillas ofreció ayer en la SER al ser preguntado por la documentación presentada ante la Fiscalía y que responsabiliza a la exsecretaria y a su exteniente de alcalde, José Campoy, de presuntos delitos e incluso de intentar culpar ante la justicia al interventor así como al propio regidor para “repartirse la herencia” si el alcalde quedaba fuera del juego político.

“Es de mal gusto que haya personas de tu absoluta confianza que estén ofreciendo la Alcaldía y los concejales de este grupo (UCIN) al PP, tratando de presentar una moción de censura”, añade. Sin embargo, ni siquiera el regreso precipitado de Francisco Torrecillas a la Alcaldía debido a la situación que se estaba viviendo habrían frenado esta intentona.

“Ahora están diciendo que el señor Francisco Granero, antiguo alcalde del PP ha llegado a un acuerdo con el PSOE para sumar cinco concejales más los dos del Partido Socialista, aunque me extrañaría  mucho que el señor Mena (exalcalde socialista) se aliara con él o con los actuales dirigentes populares para poner una moción de censura”.

Eso sí, el regidor independiente aclara que son “negociaciones que me han llegado pero que no he comprobado, ya que no he estado presente”. A pesar de todo, considera que de ser cierto sería una “vergüenza” para “estos grandes partidos de gobierno” estar implicados en estas maniobras “cuando el Ayuntamiento de Albox está trabajando con normalidad, tanto sus funcionarios como en las obras”.

El origen de esta situación tuvo lugar cuando Torrecillas ingresó en la UCI tras empeorar su estado de salud por el Covid-19. Fue entonces cuando reconoce que tuvo que reincorporarse “corriendo el 1 de septiembre por todos estos problemas que venía observando, intentando enderezar la cosas” y “no llegar a la situación actual”.

Sin arreglo
A su regreso, se encontró con que la exsecretaria presentó en agosto ante la Fiscalía y mediante el alcalde en funciones José Campoy “un escrito para que investigue actuaciones del interventor y que de rebote me tocaban a mi; y también a miembros de la Junta de Gobierno”, quienes han manifestado posteriormente que el acuerdo de Junta de Gobierno en el que se apoyaba el escrito presentado durante la ausencia de Torrecillas sobre presuntas irregularidades en unos pagos “era mentira y que eso no se había votado”.

Una situación que ha llevado al alcalde a situarse frente a quienes un día fueron sus mayores apoyos. “No es plato de buen gusto porque todo el mundo sabe que José Campoy ha sido mi mano derecha y que la secretaria en funciones ha sido una persona de mi confianza”, asume antes de zanjar la conversación con otra frase sin maquillar. “Parece que, ya no como alcalde sino que como persona, Francisco Torrecillas tendría que pedir perdón por no haberse muerto”.