La moda de los robos en las viviendas de futbolistas de élite cuando los jugadores están disputando partidos, algo que han sufrido en sus carnes integrantes de equipos como Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid, ha tenido recientemente una singular versión que ha afectado al entrenador del club blanco, Zinedine Zidane.
En este caso no se trata de un asalto en una gran ciudad sino de un robo en un lugar muy alejado del bullicio: el chalet familiar que el francés tiene en El Chive, una pedanía de la localidad almeriense de Lubrín, de donde remanecen Antonio Fernández y Ana Ramírez, los padres de su esposa Veronique.
Según ha podido conocer la Cadena SER Almería, el robo tuvo lugar la pasada semana y en el momento del asalto no había nadie en la vivienda.
Fueron los vecinos los que alertaron a la familia política de Zidane del incidente. Ellos se desplazaron entonces hasta su tierra natal para denunciar el robo a la Guardia Civil.
Los hechos se han tratado con la máxima discreción debido a la popularidad del entrenador del Real Madrid, que cada verano se deja ver por el pueblo de su esposa y por otros puntos del levante almeriense.
La investigación sigue su curso y se desconoce cuál ha podido ser el botín del robo.
El Chive es una pedanía de Lubrín a 72 kilómetros de Almería que está habitada por penas un centenar de vecinos. Un lugar tranquilo, casi invisible en el mapa, que saltó a los medios a principios del siglo XXI, cuando Zidane fichó por el Real Madrid en 2001 aunque ya se había dejado ver por la tierra de sus suegros desde que era jugador de la Juventus.
En 2010 Zidane rehabilitó 'El Chorrico', un cortijo de tres plantas que cuenta con piscina, y lo convirtió en su refugio cuando pasa por Almería, como desveló 'Marca' en un reportaje publicado hace dos años.
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