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“No se trata del ahorro energético, sino de la sostenibilidad lumínica”

‘Amigos de Calar Alto’ participa en un encuentro para regular la contaminación en el cielo

Imagen del cielo nocturno desde el Observatorio de Calar Alto donde se aprecian las luces, y su gran intensidad, de las poblaciones cercanas.
Imagen del cielo nocturno desde el Observatorio de Calar Alto donde se aprecian las luces, y su gran intensidad, de las poblaciones cercanas. La Voz
G. Gálvez / La Voz
22:28 • 28 abr. 2018

Esta semana la provincia de Almería ha sido el escenario donde se ha celebrado el ‘Encuentro internacional para la defensa de la oscuridad natural de la noche’, el primero de este tipo que se realiza en Almería. Una cita, con la preservación del cielo como objetivo, en la que han participado expertos pertenecientes al grupo europeo ‘Stars4All’ y entes públicos y privados entre los que estaría la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, el Observatorio y Oficina de Calidad del Cielo del Instituto de Astrofísica de Andalucía, los ayuntamientos de Almería y Níjar, la Diputación Provincial, el Observatorio de Calar Alto, el Departamento de Sostenibilidad de la Universidad de Almería y la Asociación ‘Amigos de Calar Alto’.




Una jornada de alto valor medioambiental que se desarrolló este viernes, 27 de abril, en el Museo de Almería y que contó con un amplio programa de conferencias por parte de investigadores nacionales. Ponencias a las que, a su vez, se sumaron varias propuestas complementarias que tuvieron lugar en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, el jueves 26 de abril, y en el Observatorio de Calar Alto.

Preservar el cielo



Estimular la inclusión de criterios de sostenibilidad en el diseño y uso de sistemas de iluminación exterior, para que se minimice la contaminación lumínica y sus efectos en el ser humano y los ecosistemas, ha sido el objetivo principal de este encuentro.




Para ello, en distintas charlas, se han tratado temas tan relevantes como la pérdida de la oscuridad natural de la noche y sus consecuencias; las generalidades de la contaminación lumínica y sus métodos de medición o su impacto sobre el medio ambiente y la salud.




Asimismo, desde la Consejería de Medio Ambiente aprovecharon para explicar algunos de los puntos que incluirá el futuro Reglamento que se está elaborando para la preservación de la oscuridad natural; evitando así un incremento de la contaminación lumínica en zonas protegidas.




Una futura normativa muy en sintonía con la feria técnica y empresarial que tuvo lugar poco después de las ponencias. Espacio donde confluyeron empresas de iluminación, consultoría e incluso turísticas (especialmente sobre astroturismo), en el que se pudieron ver distintas novedades tecnológicas que ayudan a disminuir la intensidad lumínica, y su contaminación.




Nuevas técnicas, muy útiles a nivel municipal a la hora de renovar el alumbrado público, a las que también se sumarían nuevos empleos como, por ejemplo, asesorías lumínicas. Su función, tal y como señala Javier Barbero, miembro de la Asociación ‘Amigos de Calar Alto’, sería la de aconsejar o dar las directrices necesarias para alumbrar calles y monumentos en función del horario y su nivel de protección fijado.




Una materia, la de la regulación de la intensidad lumínica a nivel general, “complicada desde el punto de vista de su análisis”, apunta Barbero, que supone un problema y “necesita que las administraciones se impliquen”. Y es que, aunque el Reglamento sería en gran medida de aplicación municipal y no entraría a regular directamente negocios o a particulares, sí es preciso que todos colaboren pues “si un ayuntamiento adapta su iluminación para no contaminar, pero el negocio de al lado no lo cumple, al final contamina tu cielo igual”.

¿Ahorro energético?

“La gente quiere tener buena luz por la noche” pero tiene que ser “una iluminación razonable y sostenible”, adecuada a la zona y a la hora, comenta Javier Barbero. Una adaptación que supondría una mejora para todos, no sólo para quienes observan el cielo, por lo que pide “que no vean que el Observatorio es un enemigo”. Además, considera que habitualmente “se piensa que el ahorro energético en iluminación es cosa de pobres”; pero es algo que se lleva a cabo en muchas ciudades europeas con sus monumentos “y no pasa nada”.


En este sentido, recalca, “no se trata del ahorro energético, sino de la sostenibilidad lumínica”. Y es que hoy en día “ahorrar en electricidad, se ahorra poco” pues las luces de bajo consumo y los LEDs están ya implantados en la mayoría de hogares y espacios públicos. Su reducción real en la factura llegó al principio, cuando le tomaron el relevo a las bombillas incandescentes.


De este modo, al margen de lo económico, los beneficios a la hora de reducir la contaminación lumínica repercuten directamente en la salud y el medioambiente. Algo para lo que “se necesitan muchas campañas informativas” pues “si se ha tardado en concienciar sobre los humos de los coches, ahora toca concienciar sobre la luz”, subraya.


Efectos de la luz en el hombre y la naturaleza

En los últimos años, las luces LED y los dispositivos electrónicos como tablets y smartphones se han instalado en calles y hogares. Nuevas tecnologías cuya luz, luz azul concretamente, afecta y perturban los hábitos del ser humano y los ecosistemas sin que seamos conscientes de ello.


En este sentido, por ejemplo, leer en la cama con una tablet puede perturbar los ciclos del sueño y hacer que la hora de ir a dormir se retrase. Una práctica muy extendida que, a su vez, deriva en descansar menos y levantarse más cansado día tras día.


Efectos ‘dañinos’ que afectan también a los insectos y animales, como las aves, alterando sus movimientos y ciclos vitales. Una situación que provoca la migración de animales autóctonos a sitios no habituales o que algunas aves choquen contra edificios muy iluminados.


Por este motivo, tanto para el ser humano como para el ecosistema, lo ideal sería utilizar LEDs azules de día, que nos mantienen activos; y por la noche LEDs amarillos ya que el cuerpo demanda menos intensidad. Un cambio que no modificaría el ajuste horario del reloj biológico.


Así, una de las prácticas será a aplicar nuevos parámetros de etiquetado, más informativos, de las luminarias; indicando la cantidad de luz azul que dan las bombillas.


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