La tradición se impone en La Aldeílla

Los vecinos del núcleo ejidense de Santa María del Águila finalmente pudieron anoche prender la llama de San Antón que iluminó toda la localidad a una altura nunca alcanzada, pero en este caso no era por la luz que desprendía la hoguera, que también era alta, sino por la pasión e ilusión que este año han puesto tanto vecinos como Junta Local.

Para entender estas palabras hay que remontarse al pasado fin de semana, cuando unos vecinos de la Avenida País Vasco, donde tiene lugar esta cita de convivencia, daban la voz de alarma tras percatarse de que unos vándalos habían quemado la leña que con tanto mimo habían preparado desde la Junta Local para celebrar la fiesta de San Antón.

Llamas
Los Bomberos del Poniente acudieron con rapidez al lugar y consiguieron extinguir el fuego que “fue difícil de controlar”, tal y como aseguró a LA VOZ el presidente del núcleo, Juan Carlos Brabezo. Hasta la hoguera también acudieron efectivos de la Policía Local y vecinos que observaban cómo el esfuerzo que habían depositado en la organización de esta fiesta se había reducido a cenizas.

Sin embargo, este acontecimiento lejos de acabar con las ilusiones de todos provocó una reacción en cadena que llevó a los vecinos a realizar un segundo acopio de madera para que se pudiera celebrar la fiesta de San Antón en La Aldeílla, como es tradición desde hace muchos años.

Y es que, con permiso de San Agustín, Santa María del Águila se erige como uno de los grandes pilares donde se sustenta esta fiesta en el municipio de El Ejido, de ahí que sentara como un jarro de agua fría el hecho de que “un gracioso” quemara la leña de la hoguera organizada por la Junta Local, aseguraba Juan Carlos Brabezo.

Y con esas ilusiones renovadas, como si de un niño con zapatos nuevos se tratara, asociaciones y vecinos se pusieron manos a la obra y acumularon más leña para que en la noche de ayer familias completas pudieran compartir un rato de diversión, con música y platos típicos de barbacoa, cocinados en las brasas encendidas junto a la hoguera principal en la Avenida País Vasco.

De forma que finalmente ardieron las lumbres el sábado, se degustaron ricas viandas propias de este día y hubo ambiente de gran noche, de evento importante, y todo, en torno al calor de la hoguera de San Antón.