El litoral almeriense más allá de Cabo de Gata

Pensar en playas vírgenes y preciosas calas hace que, automáticamente, al almeriense medio le venga a la cabeza el Parque Natural Cabo de Gata. Es casi innato. Del todo inevitable. De hecho, esta fama de la que goza este rinconcito de la provincia es tal que, sobre todo en verano, muchas de estas calas paradisiacas pierden su encanto debido a la afluencia de público. El tema es tan considerable que, en varias de ellas, incluso, se ha limitado la entrada de vehículos en los meses de temporada alta.

De este modo, y como ya viene siendo habitual, Genoveses, Mónsul, la Media Luna o Cala Carbón volverán a ser algunas de estas playas que restrinjan la llegada masiva de visitantes en su día a día durante junio, julio, agosto y septiembre. Pero no es el fin del mundo.

Afortunadamente, la provincia de Almería cuenta con más de doscientos kilómetros de litoral que abarcan desde las remotas calas de Pulpí hasta las largas playas del Poniente Almeriense, con Adra como último enclave.

A lo largo y ancho de esta línea de costa, la provincia cuenta con rincones paradisíacos que poco tienen que envidiar a Cabo de Gata. Aunque es cierto que el Parque Natural es la joya de la corona almeriense (y con razón), escapar del bullicio y del gentío también es posible en otros enclaves del litoral provincial, tanto en el Levante como en el Poniente.