El santo almeriense que se ha convertido en motivo de peregrinación en Madrid

San José María Rubio, nacido en Dalías, congrega a los fieles en su sepulcro en Madrid

Sepulcro de San José María Rubio.
Sepulcro de San José María Rubio.
Álvaro Hernández
20:05 • 04 feb. 2024

En uno de los lugares más ajetreados de Madrid, a solo unos pocos metros de las tiendas más caras de la calle Serrano y justo frente a la ese búnker blindado que es la Embajada de Estados Unidos en España, tiene la Villa y Corte un auténtico remanso de paz en el que se venera, paradójicamente, a un santo que dedicó su vida a los pobres. Un santo de Almería.



El lugar no es otro que la iglesia del Sagrado Corazón, también conocida como la parroquia de San Francisco de Borja, el centro neurálgico de la comunidad de Jesuitas en España. Y en el recinto hay dos sepulcros muy relevantes, tanto para la Compañía de Jesús como para la Iglesia en general: los del propio San Francisco de Borja y los de un santo nacido en Dalías en 1864. San José María Rubio.



No pretendemos venir a descubrir ahora y a través de estas líneas al conocido como "padre de los pobres". El sacerdote jesuita subió a los altares en 1985, cuando fue beatificado por Juan Pablo II. Además, el pasado año se cumplió el 20º aniversario de su canonización, también por el papa polaco, que fue el que convirtió oficialmente al almeriense en santo de la Iglesia católica.



Lo que sí es notorio ahora, en 2024, es que su sepulcro se haya convertido, con el paso de los años, en un auténtico lugar de peregrinación. Lo confirman los padres jesuitas que atienden la gigantesca parroquia madrileña. "Cada vez viene más gente a rezarle y vienen muchos autobuses desde Andalucía", comenta uno de los sacerdotes de la parroquia de Maldonado.



El sepulcro



La de San Francisco de Borja es una parroquia especial. Si bien su fachada principal se encuentra en la mismísima calle Serrano, el acceso se realiza por la calle Maldonado, a través de una puerta muy discreta por la que se llega al monumental claustro de tres plantas protagonizado por una imponente estatua de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús.



Es precisamente en ese claustro donde se encuentra San José María Rubio. Rodeando el patio central y justo en el punto opuesto a la puerta de acceso, un sepulcro custodia los restos del almeriense. Ante él, un banco suele servir de cobijo para las más que habituales visitas que tienen como único propósito rezarle al santo. 



"Reposan aquí recubiertos con ornamentos y con una mascarilla los huesos de San José María Rubio Peralta, S.J. (Dalías 1864 - Aranjuez 1929). Fundador de las Marías de los Sagrarios de Madrid. Padre de los Pobres. Apóstol de Madrid", reza una placa situada sobre la tumba.


Y no es esta la única presencia del santo almeriense en la parroquia jesuita. En el altar de la capilla del Santísimo, donde se ofrecen las misas diarias, hay tan solo tres imágenes de madera: un crucificado, una Virgen María y, a la derecha, una imagen de San José María Rubio.


Las peregrinaciones

En el resurgir de la figura de San José María Rubio en Madrid influyen varios factores y uno de ellos es una iniciativa promovida por la Archidiócesis de Madrid: una ruta religiosa por la comunidad autónoma en busca de los distintos santos enterrados en la archidiócesis.


Con el nombre 'Santos por Madrid', la ruta propone distintas paradas: la primera, los sepulcros de San Isidro Labrador y su mujer, Santa María de la Cabeza; la segunda, los de los mártires del siglo XX en la céntrica iglesia de las Calatravas; en tercer lugar, los restos de Santa Vicenta María López y Vicuña en las religiosas de María Inmaculada; el sepulcro de Santa Soledad Torres Acosta en las Siervas de María; en quinto lugar Santa Carmen Sallés en las religiosas concepcionistas misioneras de la Enseñanza; y en sexto lugar las tumbas de San Francisco de Borja y San José María Rubio en el templo jesuita. Además, la ruta lleva a conocer a San Alonso de Orozco y San Pedro Poveda.


Así, el sepulcro del jesuita almeriense ha visto incrementadas sus visitas. No obstante, la figura de San José María Rubio va mucho más allá de rutas como esta. No en vano, su dedicación en Madrid a los pobres en los suburbios de la capital es algo que, paradójicamente, ha vuelto a poner 'de moda' el Papa Francisco, tan insistente en atender a los márgenes (geográficos y sociales).


Cabe recordar que San José María Rubio fue un gran promotor de la devoción al Corazón de Jesús y un estimado director espiritual. Creó y dirigió varias asociaciones religiosas en Madrid (Marías de los Sagrarios, Guardia de Honor...) y ejerció su apostolado en los suburbios de Madrid, especialmente en el barrio de La Ventilla, obra por la que se le conoce como "padre de los pobres" y "apóstol de Madrid". 



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