La Junta define en tres años el horizonte hídrico de Almería

Almería es una provincia seca, por lo que la política hídrica es una prioridad

Inauguración de la nueva EDAR para Alcudia de Monteagud y Tahal.
Inauguración de la nueva EDAR para Alcudia de Monteagud y Tahal.
La Voz
22:34 • 21 mar. 2022

Uno de los objetivos de Juanma Moreno al acceder a la presidencia de la Junta de Andalucía fue “acercar” Almería a Sevilla. Tres años después, los almerienses perciben hoy que su provincia está mucho más presente que antes entre quienes dirigen la Administración desde San Telmo. Las necesidades de Almería estaban muy definidas. Es una provincia seca, que padece como ninguna otra en España y en el Sur de Europa la escasez de precipitaciones, la política hídrica es una prioridad. “Así nos lo hemos tomado desde el primer día. El agua no es una cuestión ideológica sino una necesidad”, recuerda Carmen Crespo, consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. 



Almería necesitaba un tratamiento especial, además de por el evidente abandono y falta de infraestructuras hídricas, por tratarse de un territorio muy afectado por los efectos del cambio climático. Los episodios de DANA son cada vez más habituales y sus efectos pueden llegar a ser devastadores si no se actúa. “Hemos abordado la problemática del agua de forma integral. Almería es hoy más segura gracias a una inversión histórica en restauración de cauces”, señala Carmen Crespo. Nunca antes se habían movilizado tantos recursos para dar seguridad y reducir el riesgo de avenidas (más de 19 millones de euros). “Estamos actuando en los cinco grandes ríos: de forma integral en los ríos Adra, Aguas y Antas y limpiando los cauces de Andarax y Almanzora”, recuerda.



Consumo



Asegurar el agua de consumo humano a la ciudadanía también es otro de los problemas endémicos de la provincia. “Y estamos poniendo en marcha cuatro importantes actuaciones de abastecimiento en alta: Valle del Almanzora, Almería capital, Roquetas de Mar y El Ejido”, agrega.



Además, en este periodo la Consejería ha puesto en marcha actuaciones de depuración de aguas residuales en 63 de los 68 municipios de la provincia que tenían declaradas obras de interés de la Comunidad. Porque las aguas regeneradas van a marcar el futuro. 



En definitiva, la Política del Agua es uno de los grandes hitos para la provincia de Almería en esta legislatura, movilizando un total de 153,6 millones de euros. “Evidentemente, queda mucho por hacer, pero hemos definido nuestro horizonte hídrico en la provincia con el objetivo de facilitar el día a día a los almerienses y convertir una debilidad en una fuente de oportunidades, porque toda esta inversión se traduce en mucho empleo en obra pública”, explica Crespo.



“Además, nuestro espíritu de servicio público nos lleva a colaborar de forma permanente con el Gobierno de España e incluso ofrecernos a cofinanciar proyectos declarados de interés del Estado como la ampliación de las depuradoras de Roquetas, El Ejido y Adra”, añade. En estos tres años,  “hemos definido un horizonte hídrico en la provincia de Almería dándole solución a problemas históricos y situando por fin a Almería en el corazón de la política de la Junta”.



Horizontes

El futuro pasa por conseguir la garantía hídrica para el agro, el turismo, la industria y por supuesto para el abastecimiento de los andaluces. Garantizar el agua supone dar certidumbre en estos momentos de inestabilidad global y en este objetivo centra el Gobierno de Andalucía su apuesta inversora en política de aguas


“La política de aguas de la Junta de Andalucía es posibilista e inversora. Creemos en los trasvases, en las presas, en las aguas regeneradas y desaladas. Apostamos por aprovechar todos los recursos disponibles para generar riqueza y empleo. Pero, además, es fundamental que se inicien de forma inmediata las obras de interés general del Estado que tiene pendientes Andalucía. 


Ni España ni Andalucía pueden perder de nuevo la oportunidad de acometer estas grandes obras hidráulicas que requieren de grandes inversiones. Solo 1.400 millones de euros de los Next Generation se destinan a agua cuando es el motor transformador de España y de Andalucía. En estos tres años, en la Junta hemos movilizado más que lo que destina el Gobierno a infraestructuras del agua de los Next Generation”, afirma Crespo sobre la optimización de estos fondos.


Andalucía

El agua es uno de los ejes del Gobierno andaluz que preside Juanma Moreno. La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha dado un giro de 180 grados a las políticas hidráulicas de Andalucía. Este compromiso se hace realidad a través de la movilización de 1.500 millones de euros a lo largo de los tres últimos años y haciendo de esta apuesta inversora un motor de creación de oportunidades, riqueza y empleo para la reactivación económica de la comunidad autónoma. 


Andalucía es una tierra muy extensa que cuenta con seis demarcaciones hidrográficas. El Estado gestiona el Guadalquivir, el Guadiana y el Segura (67%). Y son competencia de la Junta las del Tinto-Odiel-Piedras, las Mediterráneas y la del Guadalete-Barbate (33%),  presas que abastecen directa o indirectamente a 4 millones de andaluces. 


El Gobierno de Juanma Moreno es el gobierno de la apuesta inversora en infraestructuras hidráulicas y el del acuerdo para marcar el futuro de este recurso vital. Un acuerdo que tiene su mayor reflejo en el Pacto Andaluz por el Agua donde la participación de la sociedad andaluza fue modélica y ha sido todo un punto de inflexión en política hidráulica.


“Heredamos una Junta en la que no había una auténtica políticas de agua. Ahora está en el primer plano de la acción de gobierno y de la Revolución Verde”, señala Carmen Crespo, consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. Esta política inversora en materia de agua tiene entre varios ejes de actuación. El primero, la depuración. “Estamos realizando un esfuerzo titánico que se refleja en 490 actuaciones de depuración -30 de ellas ya finalizadas- y saneamiento por importe de 802 millones de euros”, explica Crespo.


En segundo lugar, el abastecimiento en alta. En junio de 2020 la Junta declaró 17 nuevas infraestructuras de interés para la comunidad autónoma para resolver problemas suministro en 215 municipios.


Una línea de ayudas para el uso de aguas regeneradas

La Consejería de Agricultura sacará próximamente una convocatoria novedosa para cofinanciar las infraestructuras de regantes para usos terciarios


La superficie de regadío en Andalucía es de 4,5 millones de hectáreas, el 33% de este tipo de cultivo en España. Se trata de un indiscutible motor de la agricultura andaluza. Y Almería es ejemplo de aprovechamiento de cada gota de agua, de compromiso con el uso eficiente y la sostenibilidad, siendo pioneros en una agricultura ecológica y sostenible. 


Regadío

Desde la Consejería se trabaja para garantizar los recursos para el regadío consolidado en Andalucía y trabajamos para mejorar la eficiencia energética y en el uso del agua para ganar en competitividad y sostenibilidad. “Hemos entregado ayudas en los tres últimos años por importe de 143 millones de euros a comunidades de regantes. Y ya tenemos previstas las convocatorias de dos nuevas líneas de ayudas entre los meses de abril y mayo”, explica Crespo. 


La primera de ellas, con 15 millones de euros de presupuestos, para eficiencia energética en las explotaciones. La segunda, y completamente novedosa, para fomentar el uso de aguas regeneradas, permitirá destinar 25 millones de euros. “Una novedosa iniciativa de la Consejería que supone además una apuesta por la economía circular en la que el Gobierno andaluz está implicado de lleno a través de la LECA”, recuerda la consejera. 


De 70.000 millones de euros que recibe España procedentes de los fondos del Next Generation, el Gobierno solo destina 563 millones al regadío de todo el territorio nacional. Las necesidades de Andalucía triplican lo presupuestado. Solo se han aprobado proyectos por valor de 144 millones de euros (9%), correspondiente a la provincia de Almería 7 proyectos por valor de 51,7 millones de euros. Se han dejado sin admitir 20 proyectos. 


“Estamos perdiendo una oportunidad única de ejecutar obras históricas que ayudarían a resolver un problema recurrente como la sequía. No podemos perder el tren que nos ofrece Europa porque corremos el riesgo de detenernos en un momento económico clave. Si perdemos competitividad, perderemos el empleo, el arraigo a la tierra que la agricultura proporciona a Andalucía y nuestro liderazgo como potencia agroalimentaria”, explica Carmen Crespo.


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