Cada vez más cerca de la solución

Tras casi 15 años de lucha, y miles de conflictos burocráticos que superar, el proyecto de la Desaladora Mar de Alborán, en Rambla Morales, es ya una realidad. La entrada en escena de Aqualia ha supuesto la revitalización de una desaladora que sólo ha llegado a funcionar en pruebas, pero que ahora recupera su objetivo inicial de aportar agua a los regadíos de Almería y de Níjar, dos zonas claramente deficitarias de recursos hídricos.

En este sentido, la Comunidad de Usuarios de Aguas de la Comarca de Níjar (CUCN) se han mostrado muy satisfechos con el proyecto. Su presidente, Antonio López, ha afirmado que ya ha solicitado a la Junta de Andalucía la concesión de agua de la desaladora, y explica que “para que se puedan cumplir en un plazo razonable, tanto los objetivos de la comunidad como de la Junta de Andalucía respecto a la mejora de nuestro acuífero, es necesaria la puesta en marcha de la desaladora y su puesta a disposición para los agricultores de Níjar”.

Aún tendrá que pasar casi un año para que la planta empiece a prestar servicio, tiempo necesario para concluir las gestiones administrativas y para remozar unas instalaciones que han permanecido cerradas desde el año 2011. 

Se estima que la planta empezará a prestar servicio a principios del 2022, y su objetivo final es producir y distribuir 20 hectómetros cúbicos de agua al año en su zona de cobertura, a razón de 60.000 metros cúbicos diarios, para abastecer cultivos en los municipios de Almería y de Níjar. Gracias a esta agua se podrán cumplir todas las necesidades de la comarca de Níjar, la demarcación hidrológica 060.011.

Una solución

De esa forma la desaladora Mar de Alborán se postula como una solución al déficit hídrico de la zona, donde los acuíferos están sobrexplotados y presentan niveles bajos con una alta salinidad. Todo esto provoca que no se pueda cubrir toda la demanda de agua para riego con las fuentes de agua naturales existentes.