Gigantes y Cabezudos, una tradición que estuvo a punto de desaparecer

Ir visitando los barrios para alertar a los vecinos de que la Feria llegó es la tradición de más de 100 años de los Gigantes y Cabezudos. Una actividad que se ha visto varias veces en peligro, como afirma Manuel López Jerez, el presidente de la asociación: “Hubo un momento que los que se hacían cargo de ellos estaban mayores o se iban jubilando. El Ayuntamiento nos propuso buscar una forma para que no se perdiera, y se decidió hacer la asociación con los propios que íbamos llevándolos hace muchos años”. Así nació la asociación dedicada a esta tradición hace cuatro años, empezaron saliendo dos días en Feria y actualmente son seis.

“Los vamos llevando porque tenemos una ilusión de muchos años que nos mueve a seguir”, explica López a LA VOZ. El único pasacalles y diana que se ha mantenido a lo largo de la historia es la del casco histórico y el barrio de Pescadería, celebrado este sábado. 

Como afirma el presidente de la asociación, “han sido los únicos que han solicitado siempre que querían que pasáramos”, debido a las quejas de las asociaciones de vecinos al salir muy temprano. Actualmente se sale en un horario de nueve de la mañana para que la gente pueda acudir. Antes se hacía a las seis y hace unos cuantos años a las ochode la mañana.

Los Cabezudos los portan los niños, y los Gigantes son un armazón de aluminio que lleva un cuerpo con dos brazos y una cabeza con el vestido, es una ropa tupida y pesada, en el que dentro va un hombre transportándolos.