Volver a conducir: seis consejos para cuando acabe el confinamiento

Higiene a bordo: cómo limitar el riesgo de infección en el coche

Pedro Lamazares
09:41 • 08 may. 2020

Neumáticos, batería, electrónica, pintura – muchas cosas merecen cuidado y atención cuando no utilizas tu coche durante varias semanas, sin hablar de los efectos que la falta de costumbre puede provocar en conductores menos experimentados, como los que se han sacado el carné de conducir recientemente. Por ello, es conveniente conducir una vez a la semana. Cuando ello no es posible – por ejemplo, en caso de confinamiento – es aconsejable seguir una serie de indicaciones para evitar los efectos más negativos que la falta de conducción puede tener tanto en la mecánica del coche como en la actitud de su conductor.  A continuación seis consejos esenciales a tener en cuenta cuando acabe el confinamiento y los conductores vuelvan a ponerse al volante.






Un mantenimiento adecuado empieza con la batería. Los coches modernos extraen constantemente pequeñas cantidades de corriente de la batería para mantener en funcionamiento ciertos sistemas, como la alarma o el cierre central. La cantidad varia de un coche a otro - la electricidad se controla mediante el sistema de gestión de la batería y una unidad de control instalada en el vehículo. Si un coche va a estar parado durante un tiempo, como por ejemplo tres meses, vale la pena comprobar regularmente la capacidad de la batería, para evitar que se vacíe del todo y sufra daños evitables.



Lo primero, la seguridad: cuidado de frenos, neumáticos y cristales



Si el vehículo permanece aparcado durante mucho tiempo, es posible que se produzcan daños en los neumáticos. En la medida de lo posible, si prevemos que no podremos conducir el vehículo durante mucho tiempo, es aconsejable hinchar los neumáticos al máximo. Si ya es tarde para hacer algo al respecto, hay que tenerlo en cuenta, comprobar la presión y conducir con cuidado al principio. Si el coche todavía tiene los neumáticos de invierno equipados, es mejor llamar al taller y cambiarlos por neumáticos de verano. Además, tras un largo período sin funcionar, es muy posible que los discos de frenos estén un poco oxidados, por lo que durante la primera salida hay que frenar con cuidado y de forma constante para quitar la corrosión.



Antes de volver a la carretera, lo primero de todo es asegurarse de que se tiene una buena visibilidad. Según Robert Šťastný, miembro del equipo de Investigación en Seguridad Vial  "Grandes cantidades de polvo y polen se posan sobre los cristales del coche durante la primavera. Antes de salir, es imperativo limpiar el parabrisas y las ventanillas laterales". Para ello,  recomienda echar agua por encima del cristal y dejar que remoje durante un tiempo antes de limpiarlo con un limpiacristales. En este caso, usar el limpiaparabrisas no es recomendable: en función del tiempo que haya pasado, podría formarse una pasta áspera que podría arañar la superficie. Las tiras de caucho del limpiaparabrisas deberían limpiarse por separado.






Mantener buenos estándares de higiene a bordo


Incluso después de que se levanten las restricciones provocadas por el coronavirus, la limpieza exhaustiva es una de las cosas que no van a desaparecer. Si queremos mantener en nuestro coche un ambiente lo más estéril posible, es recomendable guardar un par de guantes adecuados en el coche y solo utilizarlos para conducir. Además, hay que tener especial cuidado cuando manipulamos los asientos infantiles. Los niños pequeños tocan todo cuanto les rodea y no dejarán de ponerse las manos en la boca, por lo que es importante tener las manos o los guantes limpios. En estos casos, es aconsejable tener siempre una botella de gel desinfectante en el coche.


Prepararse para volver a conducir


Dicen que uno nunca se olvida de cómo ir en bicicleta y, en muchos aspectos, con la conducción funciona igual. Los conductores más experimentados no deberían tener problemas cuando vuelvan a ponerse al volante - para estos, cambiar la marcha, soltar el embrague o encontrar el pedal de freno se han convertido en automatismos que difícilmente desaparecerán. Pero ciertas personas pueden sentirse un poco incómodas cuando tienen que volver a conducir tras un largo período de inactividad. En estos casos, es mejor no intentar nada complicado y limitarse a pequeños trayectos en carreteras menos concurridas para acostumbrarse de nuevo. Para quien tenga tendencia a la ansiedad, lo ideal es hacer un curso de repaso en una autoescuela. Aunque ciertos automatismos pueden verse afectados si no se utilizan, volver a sentir la conducción como algo natural no requiere mucho tiempo.


Actuar con prudencia, tanto al volante como a pie


La situación excepcional que se vive en muchos sitios hace que nuestras costumbres sufran cambios sin que nos demos cuenta. Por ello, los conductores y los peatones deberían tomar precauciones adicionales. El tráfico reducido de los últimos días podría transmitir a mucha gente una falsa sensación de seguridad. Como peatones, debemos estar más concentrados y, como conductores, debemos ir con cuidado con los peatones - algunas personas han empezado a caminar por las calles como si fueran zonas peatonales porque los coches prácticamente han desaparecido durante el confinamiento.


Los niños son el colectivo de más riesgo. El fin del confinamiento hará que muchos niños salgan y se paseen. La situación será parecida a las primeras semanas de un nuevo año escolar. "No es malo recordar a los chicos las normas básicas que deben seguir cuando estén cerca del tráfico, como mirar a ambos lados antes de cruzar la calle. También es importante enseñarles las nuevas normas impuestas por la situación actual, sobre cómo usar los botones para abrir las puertas del transporte público o tocar las barandillas y los picaportes con las manos desnudas."


Ser disciplinados y considerados con los demás usuarios


Tristemente, el tráfico reducido en las carreteras empuja a muchos conductores a romper las normas, especialmente los límites de velocidad. "Uno de los aspectos negativos de la euforia de volver a la normalidad será que la gente conducirá a gran velocidad, debido a la influencia del deseo de recuperar el tiempo perdido, con el riesgo que ello implica. Esto hace que sea doblemente importante ser disciplinado y considerado en la carretera", subraya la psicóloga Adéla Doležalová.


Pero la seguridad empieza con uno mismo. Debemos asegurarnos de que todo el mundo lleva el cinturón de seguridad, que los reposacabezas están en la posición adecuada, que los niños están en sus asientos infantiles y que no hay objetos potencialmente peligrosos sueltos. Hay que ir con cuidado durante las incorporaciones a la vía. De igual forma, si circulamos por una vía principal, no hay nada malo en reducir un poco la velocidad cuando nos acercamos a una entrada. Si alguien decide llevar a cabo un adelantamiento peligroso, lo mejor es quitarse de en medio.


Finalmente, las carreteras vacías son el sueño de cualquier motociclista. Es aconsejable mirar antes de incorporarse a una carretera principal, cuando gires a la izquierda o cuando adelantes - y mira tanto delante como detrás de ti. Registramos automáticamente los coches, pero no estamos tan acostumbrados a las motos.


Estar preparado para las eventualidades


Robert Šťastný tiene un último consejo de seguridad del que muchos de nosotros no somos conscientes. "La reducción del tráfico conlleva una reducción del ruido que ahuyenta a los animales. Por lo tanto, hay una mayor probabilidad de encontrarnos con uno en la carretera. El único método de prevención es reducir la velocidad y prepararse mentalmente para esta posibilidad. Y si te encuentras con uno, tienes que frenar en seco, idealmente sin giros bruscos".




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