Ochenta años ensanchando horizontes

Ramón Fernández-Pacheco

Alcalde de Almería

No existe democracia sin una prensa libre e independiente, del mismo modo que no es posible el éxito sin el trabajo. Y si ese trabajo, además, viene marcado por la durísima exigencia del encuentro diario con los lectores, creo que no me equivoco si digo que este 80 aniversario de LA VOZ DE ALMERIA constituye un éxito sin precedentes en la historia del periodismo almeriense.

Y que ahora estemos celebrando estas ocho décadas de presencia activa de este periódico en las vidas de varias generaciones de almerienses confirma algo que es válido no sólo para el periodismo, sino para la vida en general: las posiciones de liderazgo no deben valer para acomodarse ni conformarse, sino para estimular la búsqueda de los argumentos, de las iniciativas y de los proyectos que nos impulsen a mejorar el mañana.

Y eso, como digo, no sólo se debe aplicar a las empresas periodísticas, sino a cualquier proyecto empresarial o personal que hayamos puesto en marcha. Una permanente vocación de anticiparse a lo que está por venir es lo que convierte a esa situación privilegiada en la mejor plataforma desde la que marcar tendencia, abrir camino y definir las agendas de futuro. Esa actitud, en la que podemos reconocer perfectamente el espíritu que ha animado a LA VOZ DE ALMERIA desde su creación, es lo que hace crecer y mejorar a las sociedades.

En ese sentido, creo que el conjunto de la sociedad almeriense tiene con esta cabecera una especial relación de afecto e identificación, que se refleja en esa inercia, casi inadvertida, de empezar el día con el repaso apresurado de sus páginas impresas pocas horas antes. Ese periodismo, hecho tan a la medida de los almerienses, es la clave del éxito de una fórmula empresarial que ha sabido combinar el rigor con la cercanía, la credibilidad con la empatía y el análisis profundo con la crónica desenfadada y sentimental.

Testimonios vivos de lo que somos y hemos sido los almerienses, que dan forma a un relato informativo preciso y sólido desde el que se puede proyectar un modelo de capital y provincia propios de una sociedad moderna, avanzada, inclusiva y abierta que nos hace sentir orgullosos de nuestras raíces, de las personas que aquí vivimos y trabajamos, de los que han decidido acompañarnos en el apasionante reto del futuro y de quienes se están formando en los mismos valores del trabajo, del esfuerzo y del sacrificio como vías de acceso al éxito. Esa es la sociedad que retrata a diario LA VOZ DE ALMERIA, en la que nada nos es ya ajeno o lejano.

En ese nuevo paradigma de la sociedad global la prensa local está alcanzando una nueva identidad capaz de potenciar su dimensión y su ámbito de influencia. Almería no ha sido ajena a esta corriente y, a pesar del complejo escenario que ha dictado la crisis, ha sabido propiciar espacios diferenciados y razonablemente estables a las diferentes ofertas informativas, en una permanente y necesaria búsqueda de la pluralidad, la variedad y la diferencia. De ahí que resulte siempre estimulante poder saludar nada menos que el 80º aniversario de una apuesta informativa que ha abierto el horizonte provincial de los rotativos con sello y marca almeriense.

Por todo ello no sólo os felicito, sino que os animo a no renunciar jamás a la legítima ambición de ensanchar horizontes, buscar nuevos intereses y seguir ejerciendo las tareas informativas como debe hacerse: distinguiendo las voces de los ruidos y separando las noticias de las opiniones interesadas. Y ese irrenunciable empeño, que hace más grandes a las cabeceras y más libre a la sociedad, es el que anima desde hace ochenta años a LA VOZ DE ALMERIA. 

Enhorabuena y gracias por todo.