Claves para remontar tras el cierre de un negocio

Verse obligado a cerrar un negocio es algo que le puede pasar a cualquiera y no debe tomarse como algo negativo sino como un paso en el aprendizaje. Recuperarse para reemprender es posible. Pero hacerlo, tanto económica como anímicamente, tiene sus pautas que muchos han seguido y les ha ido bien.

Es fundamental reconocer que se tiene un problema, algo que normalmente sucede tras una cadena de malas decisiones. Y sobre todo contar con profesionales. La Ley de la Segunda Oportunidad ofrece a los trabajadores autónomos la oportunidad de rehacer su vida tras un fracaso en su negocio. Hemos hablado con el despacho Herrera Asesores en Almería y nos visualiza dos situaciones.

Es el caso de Antonio, un cristalero con dos hijos que solicitó financiación para inversiones en bienes para la empresa. Todo iba fenomenal, incluso compró una vivienda pagando una hipoteca 2.250 euros mensuales. Pero una mala política comercial le llevo a perder clientes, teniendo que afrontar la hipoteca más la financiación del préstamo.  Llego un momento que no podía hacer frente a los pagos y terminó perdiendo su vivienda y con una deuda de más 250.000€

Ante esta situación y nula capacidad de pago, acudió a Gracia Herrera y junto a su equipo valoraron la posibilidad de tramitar el procedimiento de segunda oportunidad. Finalmente se obtuvo una sentencia, en la que se le concede, la liberación total de las deudas que tenía.

Su vida ha cambiado, actualmente no tiene deuda pendiente alguna, pudiendo volver a solicitar financiación para la compra de una vivienda o cualquier otro bien que necesite, ha dejado de recibir requerimientos de pago por parte de los acreedores, amenazas judiciales así como constantes llamadas que le hacían la vida imposible.

Asimismo otro caso es el de Óscar, creó una oficina de contratación de energía para empresas, pero por circunstancias tanto personales como familiares, en uno de los ejercicios fiscales le resultó una cantidad elevada a pagar y que no pudo asumir. Las deudas que tenía esta persona eran con organismos públicos que ascendían a más de 27.000€, viendo imposible liquidar dicha deuda ya que era constante el recargo de intereses y a pesar de pagar cuotas mensuales dicho importe no se reducía.

Es cierto que con la regulación actual (existe posibilidad de cambio) la eliminación de la totalidad de las deudas con organismos públicos no es posible, sin embargo, pudo reducir su deuda de los 27.500€ a 8.600€ con congelación de intereses. Tras la sentencia Gracia llegó  a un acuerdo de pagos con Hacienda, consiguiendo que pudiera pagar con cuotas mensuales hasta la liquidación total de la deuda sin adición de intereses ni recargos, es decir, dejando la deuda “congelada”.

Es importante destacar que esta persona tenía una propiedad junto con sus hermanos de una herencia con un elevado valor sentimental, dicho bien estaba libre de cargas y se consiguió que se mantuviese la titularidad del mismo, sin necesidad de liquidarlo durante el procedimiento concursal.

Todo esto implica que no es necesario en la totalidad de los supuestos, vender los bienes de los que uno sea titular, debiendo ser valorado cada supuesto particular. Igualmente y a pesar tener deuda pública, es posible reducir dicho importe en gran medida con la posibilidad de llegar a un acuerdo de pagos y terminar liquidando la deuda por completo.

De un fracaso económico se sale y en la legislación actual hay herramientas que nos van a permitir seguir adelante con nuestra vida, pero no sólo a empresarios o autónomos, cualquier persona que por el motivo que sea se ha visto endeudado y no puede pagar, a veces por temas médicos, préstamos que se van haciendo una bola, malas decisiones económicas que llevan a la insolvencia, pueden acogerse a la ley de la Segunda Oportunidad.