Tenis e invernadero: Si el pimiento es Alcaraz, el tomate es Nadal

El pimiento se corona de nuevo como soberano del agro almeriense desbancando al campeón

El pimiento gana en superficie, producción y valor al tomate en Almería.
El pimiento gana en superficie, producción y valor al tomate en Almería.
Manuel León
18:45 • 30 jun. 2023

Los aseados precios de la campaña agrícola almeriense que toca a su fin han quedado empeñado por la espiral al alza de los costes de producción para los agricultores. La organización Asaja presentó ayer el balance de la temporada  con un incremento de los precios medios en origen del 23%, frente a una subida acumulada durante las dos últimas campañas del 35%. La producción ha subido un 8,5%, la superficie cultivada se ha mantenido estable y el valor de las frutas y hortalizas comercializadas, la mayor parte en el exterior, se ha disparado por encima del 50%.



Para la presidenta de Asaja Almería, Adoración Blanque, “en cuanto a precios, la campaña ha sido aceptable, si no hubiese sido por el mayor crecimiento de los costes de producción, ha sido una buena campaña, mejor en invierno que en primavera”.



Haciendo un análisis de  los datos, el balance indica que la superficie cultivada  en invernadero se sitúa en 32.900 hectáreas, prácticamente igual que el pasado año. La superficie en producción, contando la duplicación de cosechas, ha sido de 49.212 hectáreas y la producción fue de 3,5 millones de toneladas valorada en 3.639 millones de euros, la mayor fuente de ingresos de la provincia de Almería. En cuanto al género, el pimiento ha vuelto a coronarse como el soberano de la huerta urcitana tanto en superficie, producción y en valor, seguido del tomate, que ha sido relegado en los últimos años al segundo puesto en el escalafón de las frutas y verduras almerienses.



A continuación se sitúan otros productos como el pepino, calabacín, berenjena, judía -cuyo cultivo ya es testimonial en el agro almeriense con apenas 188 hectáreas- el melón y la sandía.



Estas dos últimas frutas de primavera han sido las más damnificadas por la falta de agua en la zona del Levante almeriense al aire libre, bajando un 10% y 5% respectivamente en superficie y en valor por la creciente competencia de terceros países. A pesar de la pérdida de hectáreas la producción ha crecido por encima del 30%, pero el valor ha menguado sobre todo en sandía con un 23% menos.



Blanque ha indicado que aproximadamente, sumando todos los insumos como  el coste de la energía y del agua y la mano de obra, un invernadero de una hectárea necesita para cubrir los costes de producción aproximadamente 100.000 euros.



“Para no seguir sufriendo mermas de rentabilidad, hay que disponer de un mejor sistema de comercialización y una mejor planificación de cultivos, no se puede echar todo sobre las espaldas del agricultor”, ha planteado Blanque. Y ha añadido que “vendemos un  producto gourmet que no está pagado en origen y cada vez hay mayores restricciones legislativas amparadas por la Unión Europea que hace que nos convirtamos más en jardineros que en agricultores por mor de un ecologismo radical”.



La presidenta considera que “la seguridad alimentaria que se nos exige y cumplimos con creces debe de ser una cuestión global que se exija también por parte de los países importadores a los terceros países, estamos viendo como los cupos de entrada de producto no son reales, no se pagan aranceles y cada vez viene más producto de fuera”.



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