¿Sube la cesta de la compra o los productos de temporada suavizan los precios?

Los precios se estabilizaron en frutas y verduras de temporada

Daría Zelenska
10:08 • 17 nov. 2022 / actualizado a las 14:22 • 17 nov. 2022

El Mercado Central, en el centro de Almería, tiene bastante vida. Muchos almerienses hacen en él sus compras, donde adquieren frutas y verduras frescas, pescado, carne...



Un día nublado en Almería, como el de ayer jueves, Fernando Martínez Manzanares, arquitecto de profesión, acude con su mujer al mercado para comprar dos paquetes de harina. El tiempo está más frío y quieren preparar migas. El hombre, acostumbrado a calcular, dirigir y analizar, valora instantáneamente la curva de precios de los productos de la cesta. "El consumo ha subido un 30%. Vamos a tener que no comer y a adelgazar. Me gusta tomarme una cerveza en el bar, pero ahora solo voy a poder pagar mis gastos de electricidad y hacer estas compras. Solo en la factura de la luz he pagado el doble de mi recibido habitual, 235 euros, y mi casa no es discoteca", afirma.



Fernando Martínez pone un ejemplo. "En enero de este año, el paquete de servilletas para mesa (100 piezas) valía un euro. Hace un mes, el precio era de 1,3 euros. Y una semana después vi que habían subido a 1,49. ¡Increíble: ahora un paquete vale 1.49 euros!", señala este almeriense. 



Martínez bromea que, ahora, él siempre lleva una tarjeta bancaria por si no tiene suficiente dinero en efectivo. 



Se muestra preocupado por los precios del pescado y del mariscos. A principios de este año, compró salmón por 14-15 euros el kilo y, en las últimas ocasiones, tuvo que pagar 22. Lo mismo, con los calamares. En enero, Fernando pagó por un kilo 16 euros, ahora paga 25.






"En la televisión dicen que el crecimiento de los precios es menor, pero es mentira. ¡Cómo subió el aceite de oliva! Hasta el verano, la botella costaba 3 euros, ahora más de 4, y el extra virgen o aceite con buena calidad vale más caro", afirma Fernando Martínez, que también habla de más subidas de precios en la cesta de la compra. "En enero pagaba 16 euros por la merluza, ahora pago 18 el kilo. La carne, igual. Antes valía 10 y ahora 12 euros el kilo", enumera.



Aceitunas

La subida de precios se nota menos en los encurtidos. En verano siempre son más baratos, el precio de invierno puede subir hasta un 10%. "Ahora el precio es el mismo, pero la gasolina sube, el aceite de oliva está muy caro y las fábricas necesitan funcionar", señala la vendedora de aceitunas Carmen González Roque.




Los vendedores de frutas y verduras del puesto Nº49 del Mercado Central, Milán Diego y Luis, creen que no vale la pena caer en el pánico. "Hace un mes, en octubre, los precios de las verduras y las frutas fueron exagerados, pero ahora los precios se han  estabilizado", afirman.


"Ha caído el precio de los tomates, la coliflor, las judías y las alcachofas. Por ejemplo, los tomates valen un euro el kilo. Aquí no hay matemática: si la agricultura produce más, tenemos los precios normales. Los precios están saltando, pero eso es norma de vida", señalan desde el puesto número 49.


Sus vecinos, los vendedores de la frutería Luis Díaz, puesto 37, también destacan la estabilización "de los precios". Por ejemplo, han bajado las mandarinas porque es fruta de temporada.


"Los precios que tenemos son los propios de estas fechas del año. En octubre, los calabacines valieron 6 euros, las judías 5,5, los tomates y los pimientos 3. Ahora, los tomates valen 1,5 euros, los calabacines 2,4,  los pimientos 2, las judías 4,4 y las berenjenas  1,9. Si se comparan los precios con el mes pasado, ahora, están más baratos", afirman


"En octubre, la piña costaba 2,4 euros, ahora 1,6. El precio de las manzanas y las peras es el mismo de los últimos ochos meses, al igual que los plátanos. El chirimoyo vale 3,9 porque son grandes y proceden Motril o Almuñécar, mientras que en los supermercados vale 1,8-2 euros porque es de segunda categoría", explica el dueño de la frutería Luis Díaz puesto 37.


En su frutería solo tiene productos de España y está muy orgulloso por ello. "Aquí no hay importación", destaca.


Respecto a la oscilación de los precios, los vendedores de este puesto del Mercado Central (que se anima los sábados, día en el que sus pasillos se llenan de gente) afirman que estos pueden cambiar cada día. "Puede aumentar la importación de Francia y Alemania. Si esto sucede, las frutas locales también suben", apuntan.


Preocupación
La vendedora María García Velázquez de Castro está preocupada por la crisis económica.


"Prácticamente, ahora, todo es más caro. Los precios han subido hasta un un 30-40%, no solo las frutas, también la ropa, la gasolina y las facturas de la luz están carísimos", comenta.


En su puesto tiene las frutas de temporada locales y llegadas de otras regiones de España. Por ejemplo, vende fresas de Huelva y mango de Málaga. 


"Todo depende del precio de la gasolina. El tractor en el campo funciona con ella, lo que afecta a la cosecha. Los pescadores  llenan los barcos de pescado. Si antes el compostaje suponía 1.000 euros, ahora el coste es de 3.000",  dice María García Velázquez de Castro.


La dueña del puesto 35 de salchichas y queso 'Salazones', María Morales Sánchez, se ha visto obligada a reducir la compra para mantener las ganancias, así como la variedad. "Antes se compraba tres salchichas, ahora uno. La gente está ahorrando", sentencia.


"La gente solo compra un poco. Los precios suben, suben y suben cada semana. Todo está muy caro - frutas, verduras, pescado, cerdo. La leche sube cada semana 10-30 centímetros. La vida está muy cara. ¡Es imposible!", dice ella.


"España puede proporcionar suficientes productos, pero también son importantes para nosotros los suministros de maíz y trigo de Ucrania. Con el conflicto bélico comenzaron los problemas. La comida de los animales está carísima y todo depende de la electricidad", analiza María Morales Sánchez.


La mujer tiene miedo de dar cualquier predicción respeto a las ventas. "De cara a la Navidad, los precios tradicionalmente aumentan", pero lo que será este año, incluso, le parece "aterrador". "Ahora, es más económico comprar los alimentos congelados", apunta.


Su marido,  José Rumi Jurodo, añade que es muy importante que suban los salarios. "No hay dinero para vivir", sentencia.


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