‘40 años de la Almería económica de hoy’

Félix López, hace balance de lo que han sido las últimas cuatro décadas de Almería

José Félix López Flores, director general de ICC.
José Félix López Flores, director general de ICC. La Voz
Pablo Poza
20:59 • 20 nov. 2022

El pasado 16 de noviembre de 2022 se conmemoraba un momento histórico en el mundo de la empresa en Almería: 40 años desde la fundación de una de las ingenierías almerienses más transversales y que han trabajado para más compañías y sectores, tanto fuera como dentro de los límites de la provincia: Ingeniería y Centro de Cálculo, conocida como ICC.



 



Con tal motivo, su director general, José Félix López Flores, realiza un repaso a lo que han sido estas cuatro décadas de trayectoria, así como lo que ha supuesto ICC para el mundo de la ingeniería y para el tejido empresarial almeriense de la provincia.



 



¿Cómo empezó todo?



La historia de ICC nace de la inquietud de dos ingenieros, uno que trabajaba en un estudio de arquitectura y otro en una empresa de prefabricados, que empiezan a hacer los primeros trabajos por su cuenta. Tienen la oportunidad de conocerse, compartir inquietudes y colaborar. Al poco tiempo, viendo que la actividad de la ingeniería podía tener futuro, deciden unirse. El 16 de noviembre de 1982, firman la escritura de constitución y empiezan a contratar personal, abriendo oficinas en el Paseo. Había nacido Ingeniería y Centro de Cálculo (ICC), conformada por José Luis Sebastián y Joaquín Salvador. Casi un año después se incorpora a la sociedad Paco Martínez, otro ingeniero que venía del sector de las instalaciones, para conformar la estructura societaria que ahora conocemos.



 



¿Cómo fueron esos primeros tiempos?

El proyecto partía de la consciencia de estar en Almería, un lugar “no de paso”, donde hay que generar todo lo que se necesita, incluyendo a la consultoría técnica para dar soporte a la creciente economía provincial. Así, uniéndose las inquietudes empresariales y las escasas barreras de entrada del sector en ese momento, buscan nuevos aliados para diversificar sus áreas de actividad, siempre vinculadas en cualquier caso al sector de la construcción. Su experiencia, rigurosidad y conocimiento técnico diferencial les permiten experimentar un gran crecimiento en poco tiempo.

 

¿Cómo podemos definir ICC?

Ingeniería y Centro de Cálculo es una empresa de ingeniería que tiene experiencia en casi todos los campos que el sector industrial y de la construcción demanda, cuya actividad está soportada por cinco grandes áreas troncales: el cálculo de estructuras, los proyectos industriales, los proyectos de construcción tanto residencial como industrial y terciario, los proyectos de ingeniería civil y la dirección integral de proyectos o Project Manager.

 

Prueba de ello es la diversidad de clientes a los que hemos prestado servicio en alguna de estas grandes áreas a lo largo de los años.

 

¿Cuál fue el primer gran hito?

El primer gran hito de ICC fue posicionarse en el sector agrícola como la empresa líder en el desarrollo de proyectos industriales. Y, en concreto, el contrato con Agrupaejido para hacer el proyecto de su nuevo centro de exportación, el primero y más moderno de la época, Agrupaejido PANDAL.

 

Desde entonces, han sido muchos esos proyectos singulares o relevantes para el tejido socioeconómico almeriense…

Sin duda. De ICC han salido algunos de los proyectos más emblemáticos que se han construido en la provincia de Almería y también fuera de ella.

 

Sin querer enumerar todos para no incurrir en olvido, se me vienen a la mente instalaciones de grandes empresas del sector hortofrutícola como las ya citadas Agromurgi o Agroponiente, Agroiris, Daza, Frutas Matillas, Mercados del Poniente, Alhóndiga La Unión, o las cooperativas más importantes, como CASI, CASUR, VICASOL, EUROSOL…

 

Como anécdota recuerdo que diseñamos el primer almacén de una empresa holandesa en Almería, Holland Crop, en Huércal Overa. Y con respecto al sector industrial, Plastimer, IDM, Ponienteplast, algunas de las múltiples instalaciones de Cosentino, etc.

 

Nuestro elemento diferencial es ser capaces de tener el proyecto funcionando, desde su génesis hasta la puesta en servicio, en menos de un año cuando se trataba de obra privada.

 

Mientras que en los contratos públicos, ajustarnos al presupuesto era la prioridad, habiendo participado en algunas de las obras públicas más emblemáticas de la provincia, como la nueva sede del Centro de Investigación de Zonas Áridas, la asistencia técnica al Puerto de Carboneras, el puente en la desembocadura del Río Andarax, la desaladora de Almería, la dirección de obra de la urbanización de El Toyo para los Juegos Mediterráneos, o el Parque Tecnológico PITA.

 

Pero la compañía también ha salido de Almería…

Efectivamente, hemos trabajado en todas las provincias andaluzas así como en varias de la geografía española y a nivel internacional, por ejemplo en Kenitra, Marruecos, donde el gobierno nos encargó la puesta en valor de una importante zona de regadío en la costa este. Hoy día estamos trabajando en Noruega, realizando multitud de proyectos, siendo el primero que hicimos y más emblemático el diseño de la calefacción de las aceras de la ciudad más septentrional del planeta, estando ubicados nosotros en una zona desértica como Almería. Llamativo, en cualquier caso.

 

¿Cómo estaba el sector, la ingeniería privada, en esos comienzos?

Cuando empezamos en este mercado, había estudios de ingeniería más centrados en la ingeniería civil y en la administración; el sector industrial estaba casi vacío y, por consiguiente, intentamos ocupar este hueco. Todas las actividades de ingeniería empiezan a desarrollarse y crecer con la evolución y proliferación de las normativas, lo cual precisa técnicos que desarrollen los proyectos que la sociedad demanda y satisfagan los requisitos legales en cada caso.

 

¿Y cómo ha sido la evolución y el momento actual?

El momento actual es el que refleja la sociedad y la economía del país: una lucha constante en un escenario muy transparente y deformado, con un gran exceso de información que complica la labor de captación y multiplica la complejidad. Existe una desvirtuación de la competencia, que provoca que sea más difícil discernir cuáles son las empresas capaces de aportar valor a un proyecto desde el punto de vista profesional. La única solución es hacerlo todo muy bien, rápido y eficiente, y por supuesto en precio. Ahora, por ejemplo, la agroindustria requiere inversiones mínimas y nuestro valor se centra más en proyectos de modernización de instalaciones, aunque también apoyamos a la industria auxiliar agrícola, que está experimentando un crecimiento importante con proyectos como el centro de investigación de semillas para el sur de Europa de BASF. A ello unimos la expansión a nivel local y nacional del retail y la distribución sobre todo, como la importantísima expansión que la cooperativa CONSUM está haciendo en Andalucía oriental. También quiero destacar la cobertura que damos como ingeniería a la edificación residencial, que está adaptándose a las necesidades actuales, puesto que las grandes promotoras, además de arquitectura, precisan cada vez más servicios de ingeniería.

 

¿Y cuáles son esos valores diferenciales de ICC?

Algo he comentado anteriormente, pero básicamente en una ingeniería se buscan soluciones eficaces, válidas y económicas y es ahí donde residen los valores de ICC: la seguridad de que el diseño es ejecutable, competitivo y útil. Somos una empresa de servicios y estos los prestan las personas, con conocimiento, herramientas e interés. Eso no es negociable. Por ICC, en estos 40 años han pasado unas 80 personas que han aportado un gran valor a los proyectos. La importancia de un buen proyecto estriba en que sirva para lo que tiene que servir y que las personas que intervienen den seguridad al cliente de que se está diseñando su mejor opción.

 

Todo ello, mirando al futuro desde hace muchos años y siendo pioneros en todos los avances del sector…

Desde el punto de vista tecnológico, somos la primera ingeniería de Almería que hace todos los proyectos en BIM, una metodología de trabajo que utiliza modelos 3D digitales como base para planificar, gestionar y construir proyectos. Gestionar el proyecto de construcción en el que todos los intervinientes están interconectados al mismo tiempo, teniendo acceso completo a los detalles en tiempo real como si estuvieses dentro de una maqueta. Desde hace más de dos años, para proyectos de más de dos millones de inversión en Europa, es obligatorio hacerlo bajo esta metodología. Es sólo un ejemplo de nuestra actitud y cultura empresarial, siempre abiertos a aprender e incorporar a nuestros procedimientos cuantos avances consideramos que pueden ser de utilidad para nuestros clientes, a quienes debemos estos 40 años de existencia y todos los que estén por venir, que esperemos sean muchos. Por ganas e ilusión, desde luego, no será.


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