El agua que se pierde en el Levante daría para regar 2.000 hectáreas

El valor del caudal dilapidado por fugas y tomas ilegales asciende ya a 14,4 millones de euros

La red de suministro de agua de Galasa precisa ser renovada para evitar pérdidas.
La red de suministro de agua de Galasa precisa ser renovada para evitar pérdidas.
Manuel León
09:07 • 18 feb. 2022 / actualizado a las 09:40 • 18 feb. 2022

El agua para abastecimiento que se lleva tirando desde hace años en el Levante y el Almanzora almeriense  -el 50% de la que se compra a Acuamed- probablemente no tenga parangón en ninguna otra comarca de Europa. Para más inri, el desperdicio hídrico de la empresa que lo gestiona, Galasa -en la provincia que lleva décadas presumiendo de ser la que la más aprovecha el metro cúbico para riego en el continente- tiene lugar con unas reservas de agua embalsada del 8%, la tasa más baja de toda España y con un Decreto de Sequía en la Cuenca Mediterránea aún en vigor. No hay coartada que justifique tal derroche y de forma tan continuada (en la deficiente gestión han participado todas siglas políticas) en una tierra tan sedienta.



De los 14 hectómetros suministrados por Acuamed a los municipios de Galasa a pie de la desaladora, solo llegan a registrarse 6,2 en los contadores. En torno a 8 hectómetros se pierden por el camino, con una red de tuberías, distribución y depósitos obsoletos que dan lugar a fugas y averías constantes. 



Según un informe del Centro de Investigación Ciambital de la Universidad de Almería, esos 8 hectómetros darían para regar 2.000 hectáreas de cultivo de frutas y hortalizas. 



Lo refrenda también el presidente de la Federación de Regantes de Almería, José Antonio Fernández, quien pide responsabilidad a la Diputación “para que se resuelvan estas pérdidas de aguas que no son de recibo en una provincia tan seca como la nuestra, es necesaria que se hagan las inversiones necesarias de inmediato para dejar de tirar agua”.



Desde la dirección de Galasa no se ha querido, por ahora, hacer ninguna valoración de este despilfarro de agua y de la deuda que Acuamed reclama a la empresa de aguas del Levante almeriense: 57 millones de euros. 



Con la pronunciada subida de tarifas de Acuamed a 1,8 euros el metro cúbico de los 0,60 actuales, ante el encarecimiento de la electricidad, el precio del agua que se pierde por fugas y averías tiene un valor de 14,4 millones de euros. El capital social de Galasa está controlado al 51% por Diputación y el resto entre 23 municipios del Levante y el Almanzora. Desde Diputación se ha indicado a los municipios que dediquen las inversiones compartidas en las obras de Planes Provinciales para renovar las anticuadas infraestructuras hídricas de la comarca.



El despilfarro de agua, pueblo a pueblo. El municipio adscrito a la empresa de gestión Galasa donde más agua se dilapida es Somontín que derrocha el 75% del caudal; Carboneras pierde el 72%; Mojácar, el 63%, Taberno, 62%;  Turre (60%); Garrucha (60%) Arboleas (56%); Bédar (53%);  Zurgena (51%)Huércal-Overa (50%); Cuevas del Almanzora (45%); Los Gallardos (40%). La media de despilfarro hídrico asciende al 55% del agua suministrada, entre averías y tomas ilegales. El servicio de mantenimiento fue externalizado por Diputación. Los intentos de privatización han sobrevolado Galasa en los últimos años. 




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