La primera línea más cotizada de la provincia para veranear es San José

Las limitaciones que ha impuesto la pandemia de coronavirus para viajar al exterior, está provocando un aumento de la demanda en los distintos destinos vacaciones de la costa española, entre ellos Almería.

La sociedad de tasación Tecnitasa ha elaborado un completo informe de precios de alquileres de pisos y apartamentos en primera línea para esta temporada estival a través de sus 69 delegaciones abiertas en todas las provincias españolas. El incremento medio de precios a nivel nacional será este verano del 3% con respecto a la pasada temporada y en el caso de Almería se sitúa en un 2%, un punto por debajo la media española.

La 'Marbella' de Almería, en cuanto a precio de alquileres estivales para esta temporada se refiere, es San José, donde la renta media semanal de un apartamento de alquiler de 65 metros en primera línea asciende a 900 euros semanales, según el sondeo de Tecnictasa.

Le sigue Mojácar con una tarifa media de 750 euros semanales en primera línea. A continuación se sitúan Roquetas (650 euros semanales), Aguadulce y Vera (600 euros) y Almería capital  (425 euros). A nivel nacional la renta semanal media de veraneo más alta es Menorca (2.800 euros  por una casa aislada de 200 metros). Le sigue Marbella, O Grove (Pontevedra), Hondarribia (Guipúzcoa) y Benirdorm.

En Almería ha subido esponencialmente la oferta de alquiler de apartamentos turísticos desde que hace un lustro, la Junta regulara la actividad con la inscripición obligatoria de estos inmuebles en un registro público. Almería cuenta ya con más de 5.000 viviendas con fines turísticos. El Covid-19 está trasladando incertidumbre a la hora de la decisión definitiva y a la vez cambiando la fórmula habitual de veranear, en muchos casos, alargando plazos, con seguros de cancelación del 100% y mayor volatilidad tanto de oferta como demanda.

Otra circunstancia analizada también por Tecnitasa es que la pandemia está ocasionando que cambien las habituales costumbres a la hora de pasar el tiempo de descanso. La oferta y demanda es irregular pues por una parte el hecho de que vayan a venir menos extranjeros podría hacer que los precios bajen, pero se está dando la circunstancia de que muchos propietarios quieren disfrutar de sus propios inmuebles para pasar el tiempo estival y esto hace que la oferta disminuya.

Fernando García-Marcos, director técnico de Tecnitasa afirma que “se ha producido un cierto desplazamiento de la demanda. Un factor como que la zona haya estado más o menos afectada por el coronavirus o la necesidad de un mayor o menor desplazamiento son, este año, factores que se tienen en cuenta en la decisión de destino. El mercado del alquiler de vacaciones es mucho más sensible a factores coyunturales, puesto que, al contrario que en el mercado inmobiliario de compraventa de primera residencia, la decisión es a muy corto plazo”.

Heterogeneidad La heterogeneidad de las  diferentes costas hace, como todos los años, que se pueda optar por distintas posibilidades, pero la llegada del Covid-19  está cambiando las habituales formas de comportamiento buscando ubicaciones con menor incidencia del virus, menor exposición en lugares públicos -con distanciamiento social- que está llevando a buscar estancias más largas en viviendas o apartamentos donde habrá que pagar más, pero que se podrá permitir compensando el menor gasto en ocio por anulación de festivales, campamentos de  hijos o salidas nocturnas.

A partir del 21 de junio ya será posible moverse entre  comunidades -si no ocurre ninguna incidencia que trastoque los planes- y los propietarios de segundas residencias en la provincia ya empiezan a mover los hilos para poder disfrutar de la inminente temporada estival.