Las mascotas “no son juguetes de Reyes”

Veterinarios aconsejan meditar la decisión de regalar un animal para evitar los abandonos

Un perro en el centro zoosanitario municipal de Almería.
Un perro en el centro zoosanitario municipal de Almería.
María Medina
23:09 • 11 dic. 2015

Una mascota “no es un juguete” recuerda el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Almería, Emilio Gómez-Lama, que hace hincapié en la tenencia responsable de los animales. Un mensaje que, no por repetido, deja de tener actualidad, dice. Y es que, con motivo de las fechas navideñas no son pocos los almerienses que barajan la posibilidad de regalar una mascota. La decisión ha de ser siempre meditada y aconseja no jugar a las sorpresas con este tipo de regalos.




Un animal tiene que ser uno más en la casa y eso implica cuidados, higiene y tratamientos preventivos. “La mascota no es sólo entretenimiento es también responsabilidad”, insiste Gómez-Lama que ve en la decisión meditada la mejor forma de evitar abandonos. De hecho, apunta la posibilidad no sólo de comprar sino también de adoptar un perro o un gato en el Centro Zoosanitario de Almería.




Un centro que sólo el año pasado esterilizó a 350 animales (310 perros y 40 gatos) para darlos en adopción. Eso sí, los animales adoptados son muchos más y en lo que va de año han sido alrededor de 900 los perros (mayoritariamente) y los gatos que han salido del Centro Zoosanitario Municipal.




Una práctica, la adopción que actualmente está más extendida entre las protectoras de animales que son las que hacen de mediadoras entre quienes quieren adoptar y los animales del centro. De hecho, el 70% de los perros y gatos que salen de este centro municipal van directamente a protectoras que, a través de Internet, contactan con familias acogedoras no sólo de España, sino también del extranjero, a donde irán los animales.




Vacunados y con chip
El resto de los animales que se dan en adopción, se quedan en Almería y son familias enteras, parejas o personas que viven solas las que se acercan para, por entre 50 y 100 euros (coste mínimo porque no se busca fin economicista alguno) llevarse al animal esterilizado, vacunado y con el chip puesto. Una práctica que, además, es rápida, insiste Gómez-Lama que apunta cómo en el día o al día siguiente el animal está ya en casa.







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