La Guardia Civil supera fronteras en misiones internacionales

Tienen funciones de Policía Militar, escoltan a las autoridades, investigan delitos y contactan con policías locales 

El teniente Castillo, en la misión de la UE en los Balcanes.
El teniente Castillo, en la misión de la UE en los Balcanes.
Javier Pajarón
17:17 • 22 nov. 2015

Acompañados por un convoy militar bien armado, el guardia civil subió hasta las montañas para confirmar el aviso. “Un avión había visto la plantación en una granja durante un reconocimiento aéreo”, recuerda el teniente José Alberto Sánchez Castillo. 




Aunque las tropas españolas estaban ya plenamente instaladas en Bosnia y gozaban buena imagen entre la población local, el trabajo requería la intervención de la Policía Judicial. No hizo falta el grito. “Alto, la Guardia Civil”. El granjero apenas pudo reaccionar cuando vio ante sus ojos al agente, flanqueado por los soldados, que habían descubierto un cultivo de cientos y cientos de plantas de marihuana cultivadas en la profundidad del conflicto en los Balcanes.




La operación de la Guardia Civil como Policía Judicial es una muestra de las labores encomendadas a los guardias desplegados en misiones en el exterior. “Nosotros también somos militares y hacemos misiones como Policía Militar, en la escolta de personalidades, trabajos de Policía Judicial, asesoramiento a la Policía local, en la instrucción de diligencias en accidentes de tráfico y, por ejemplo, en la lucha contra el contrabando”, enumera el teniente Sánchez Castillo, adscrito a la Comandancia de Almería.




Versatilidad La Benemérita trabaja en operaciones internacionales desde los años 90 y ha tenido presencia en prácticamente todos los operativos españoles en grandes conflictos. En este periodo ha tenido presencia en dispositivos en  Afganistán, Mali, República Centroafricana, Palestina, Líbano o Haití, ya sea bajo el amparo de la OTAN, la Unión Europea o la ONU.




El Gobierno considera que su carácter militar, unido a su experiencia con la población civil, ofrecen características muy apreciadas para los contingentes. De este modo, los soldados pueden centrarse únicamente en la misión encomendada, mientras la persecución de los delitos y las relaciones con los policías locales pueden derivarse a los guardias. Según el director general del Instituto Armado, Arsenio Fernández de Mesa,  los guardias contribuyen con “modernidad, innovación y  capacidad y preparación ante los retos más difíciles”, además de “versatilidad y experiencia”.




El sistema parece funcionar. “El trato de las Fuerzas Armadas con la Guardia Civil es muy bueno y la colaboración es total”, señala el teniente Sánchez Castillo. De hecho, en la última rotación española en Líbano, integrada por legionarios de Viator y Ronda (Málaga) y desplegada a mediados del mes de noviembre, una decena de guardias ha vuelto a viajar a zona de conflicto.






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