Todas las claves del desembarco de Cajamar en el PITA

Será uno de los mayores desembarcos laborales de la historia económica de Almería: casi 800 empleados de Cajamar iniciarán el éxodo al tecnoparque almeriense a partir del próximo 20 de mayo. No será de un día para otro. Esta emigración de trabajadores de la entidad financiera almeriense desde los Servicios Centrales de la Plaza Juan del Aguila y del edificio de la antigua Estación de Autobuses se hará de forma escalonada, por turnos y durante varias semanas, hasta el 30 de junio, cuando la dirección del Grupo Cooperativo tendrá que entregar las llaves de los inmuebles vendidos a la Junta de Andalucía.

Al alimón con esta mudanza de los Servicios Centrales, el Consejo Rector de Cajamar ha aprobado el cambio de su domicilio social desde la plaza de Juan del Aguila al edificio de la Casa de las Mariposas, en la Puerta Purchena, 10. La sede del Banco de Crédito Cooperativo, cabecera del Grupo, seguirá estando en el madrileño Paseo de la Castellana.

Toda esta macrooperación de traslado a la nueva Ciudad Financiera de Cajamar comenzará a partir de la Asamblea General que se celebrará el próximo 16 de mayo ya en el nuevo edificio en el que se han invertido más de 60 millones de euros en los últimos años y que ya está finalizado a falta de los últimos retoques, mobiliario e infraestructura tecnológica.

El tránsito de una sede a otra se realizará en tandas de 20 a 50 empleados y por departamentos y servicios varios. Para que no haya colapso en la entrada a las nuevas oficinas a las que se tiene que acceder en vehículo, la dirección de Cajamar ha diseñado también una llegada gradual, flexibilizando, como ya ocurre en la Plaza Juan del Aguila, el inicio de la jornada de trabajo que irá desde las 7 hasta las 9 de la mañana con salida desde las 14.00 hasta las 16.00 horas.

Para cubrir la distancia aproximada de 15 kilómetros, desde el centro de la ciudad hasta el Parque Tecnológico, la dirección de Cajamar va a ofrecer a los empleados que lo deseen dos líneas de autobuses: una saldrá desde las 6,50, cada media hora, de la Plaza Juan del Aguila, pasando por Carretera de Níjar, Avenida del Mediterráneo; y otra línea saldrá, también cada media hora, de La Salle y tendrá paradas en Ego Sport Center, Avenida Cabo de Gata frente al Auditorio Maestro Padilla y frente al pabellón, en la Avenida Santiago Martínez Cabrejas.

El flamante Centro Financiero de Cajamar - junto al que está dedicado desde  2013 a sus sociedades participadas- ha sido diseñado por el estudio Arquitectos Ayala. Se ha edificado  sobre una agrupación de parcelas  con una superficie global de 33.800 metros. Cuenta con zonas verdes, espacios de descanso, cafetería comedor, servicio médico, guardería, ludoteca y con 900 plazas de aparcamiento. La creación de este espacio financiero, al uso de  otros grandes bancos españoles como el del Santander en Boadilla del Monte (Madrid) viene motivada principalmente, según han explicado desde la entidad, por la búsqueda de un espacio común en el que todos los empleados puedan desarrollar su trabajo en condiciones de colaboración y creatividad.

El estudio Ayala, redactor del proyecto, está dirigido por Gerardo, Mateo y Marcos Ayala y cuenta con más de 40 años dedicado a proyectos singulares. 

58 años de Méndez Núñez a la Tecnópolis

El 28 de abril de 1966, aquella vetusta Caja Rural Provincial de Almería abría su primera oficina en el número 18 de la calle Méndez Núñez. Después, a partir de 1970, tuvo su sede en la Plaza Emilio Pérez y de 1978 a 1984 en el Paseo de Almería, número 75. Hasta que en 1984 llegó a la Plaza de Barcelona, actual Juan del Aguila, donde construyó un edificio singular que recibió varios galardones arquitectónicos y que en un par de meses será propiedad de la Junta de Andalucía a cambio de unas parcelas urbanas en El Toyo valoradas en 24 millones de euros. Desde ese año de 1984, en el que Cajamar contaba con 96 sucursales, la entidad almeriense, primera cooperativa de crédito española, ha ido creciendo en empleados  en sus servicios centrales, que han obligado a dar un nuevo paso hasta una nueva y moderna sede para el siglo XXI.