Último adiós al campo ‘Matías Pérez’ de La Cañada

Las máquinas han comenzado con la demolición de estas instalaciones deportivas abandonadas

Máquinas ya trabajando en la zona del Matías Pérez
Máquinas ya trabajando en la zona del Matías Pérez La Voz
Lola González
20:16 • 18 mar. 2024 / actualizado a las 20:22 • 18 mar. 2024

El campo de fútbol ‘Matías Pérez’ ha comenzado a pasar a la historia. Este lunes arrancaban los trabajos de demolición de estas instalaciones deportivas que son titularidad de la Real Federación Española de Fútbol y que acumula años de abandono.



Con esta demolición se da un paso más en el cumplimiento del acuerdo alcanzado en octubre de 2022 entre el Ayuntamiento de la capital y representantes de la Federación Andaluza con el objetivo de eliminar los problemas derivados de la insalubridad del espacio.



Acuerdos
Cabe recordar que mientras la RFAF se comprometía a limpiar la zona e incluso a la demolición del espacio, por parte del Ayuntamiento de Almería el compromiso pasaba por realizar una modificación de planeamiento “adecuada a los intereses generales del barrio, sin menoscabo de las obligaciones y derechos que corresponden a los propietarios del suelo”, tal y como se contaba tras el encuentro mantenido hace ya año y medio.



Realizada ya la demolición, toca ver los pasos siguientes que se dan por parte del Consistorio para esa transformación urbanística comprometida.



Hay que tener en cuenta que han sido muchos los años en los que se ha estado denunciando por parte de los vecinos de La Cañada la situación de insalubridad que tenía este espacio deportivo. Las reclamaciones vecinales y también de los diferentes grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Almería llevaron a buscar soluciones para estas instalaciones.



Este campo se construyó por la Federación Española entre agosto 1965 y agosto del 1966, siendo la inauguración del mismo el 11 de septiembre de ese año. Explicaba ‘Bajo el Manzanillo’ en su crónica de entonces que el acto tuvo de todo: bendición del obispo, entrega de distinciones, primer encuentro del Campeonato Regional de Aficionados y hasta comida de hermandad. Un lugar concebido para “juveniles y aficionados” y que supuso en su día a las arcas públicas una inversión de 4.431.000 pesetas, una cuantía muy importante.





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