La ‘palomica’ que ha traído el Gordo de la Lotería del Niño a Almería

La magia de la lotería se desbordó en la Administración de Loterías nº 15 de la Calle Doctor Barraquer 2, en Almería, cuando una pequeña palomica se convirtió en la protagonista de un momento extraordinario minutos antes del cierre de la administración ayer por la noche 5 de enero a las 21.20 horas. Este curioso encuentro resultó ser el presagio de la fortuna que estaba por venir, ya que el número 94974 resultó ser el agraciado con el codiciado premio del Gordo del Niño, dotado con 200.000 euros.

Ana Martínez, propietaria de la Administración de Loterías nº15 de la capital, quedó perpleja cuando la palomica decidió posarse sobre la pantalla que utilizaba, como si supiera que algo mágico estaba a punto de ocurrir. Este singular evento no solo añadió un toque de encanto a la noche de la víspera de Reyes Magos, sino que también generó la creencia de que la presencia de la palomilla estaba relacionada con la inminente buena fortuna.

Así entonces, Martínez decidió capturar el momento con una imagen y la compartió a través del grupo de Whatsapp con el resto de trabajadores de la administración y añadió: "La palomica de la suerte". 

La creencia de que las palomicas, también conocidas como palomillas, traen buena suerte tiene raíces en diversas culturas y tradiciones. A lo largo de la historia, estos insectos nocturnos han sido vistos como símbolos de transformación y renacimiento. En algunas culturas, se cree que la palomica es portadora de mensajes espirituales y que su presencia está vinculada a la llegada de cambios positivos en la vida de las personas.

Sin duda, el número premiado 94974 ha llenado de alegría al afortunado o afortunada, que todavía se desconoce quién es, que adquirió el único décimo con el mismo número en la Administración de Loterías nº 15.

Aunque la conexión entre la palomica y la buena suerte pueda ser considerada superstición por algunos, no se puede negar el toque mágico que este acontecimiento ha añadido a la celebración de la Lotería del Niño en Almería y a los propietarios y trabajadores de la Administración de Loterías. La combinación de la alegría de los ganadores y el peculiar encuentro con la palomica ha creado una historia única que resonará en la memoria de aquellos que presenciaron este curioso suceso.